Kevin Durant está ultimando su regreso a las canchas de baloncesto tras más de un año alejado de ellas por una lesión. Fue el 10 de junio de 2019 la última vez que Durant jugó un partido, el quinto de las Finales. Ya llegaba lesionado, pero para ayudar a su equipo quiso forzar y una lesión leve se convirtió en una rotura del tendón de Aquiles, es decir, una auténtica pesadilla.

Durant finalmente dejó los Warriors y fichó por 4 años con los Brooklyn Nets, aunque no pudieron contar con él ya que se pasó toda la temporada rehabilitándose de la lesión. El alero confía en regresar el 13 de diciembre en el primer amistoso de la pretemporada que se enfrentarán a los Wizards, aunque asume que no estará totalmente en forma.

"Tengo que ver cómo me siento en la situación de un partido real de la NBA. He trabajado todo lo duro que he podido. Llevo catorce años en la NBA ya, así que incluso sin esta lesión, no arrancaría al 100 por 100. Pero me siento bien", aseguró en una rueda de prensa virtual.

Los equipos de la NBA han comenzado sus primeros entrenamientos con la vista puesta en la temporada 2021 y Durant pudo entrenarse junto al equipo: "Me sentí bien en la pista. Simplemente voy día a día, me lo estoy tomando así".

Durant hizo un repaso de su larga recuperación, algo que hasta ahora no había vivido. "Había tenido lesiones y pasos por el quirófano antes. Pero nunca había pasado por un período de recuperación de más de tres meses. Con esta lesión en el tendón de Aquiles, esos tres meses eran solo la primera fase de la recuperación. Ha sido algo nuevo para mí, sin duda. Nunca había experimentado nada ni remotamente parecido. Tener que aprender a caminar otra vez, no poder andar y necesitar ayuda para cualquier cosa que quieras hacer durante tres o cuatro meses… fue muy duro. Con esta lesión, los primeros días de recuperación duran tres meses. No puedes caminar ni correr, tenía que usar una scooter. La gente no valora realmente lo que significa eso, y tener que aprender otra vez a caminar, saltar, correr… La gente no se da cuenta de que el tendón de Aquiles es uno de los ligamentos más fuertes del cuerpo pero una vez que se rompe... lo tienes que rehacer", confesó Durant.

A veces, tras una fuerte lesión, los jugadores vuelven a la cancha con miedo de volver a romperse, pero Kevin ha asegurado que intentará no pensar en ello: "No puedo centrarme en eso, solo en jugar sin preocupación. Algunas veces tiendes a centrarte en no lesionarte, y generalmente sales a jugar y te lesionas. Así que saldré a jugar con todo y asumiré las consecuencias".

El entrenador de los Nets, Steve Nash, quiere que su jugador salga a la pista pero sabe que tendrán que tener cuidado los primeros meses y evitar que arriesgue nada más llegar. "Ha sido un parón muy largo para Kevin, viene de una de las lesiones más duras que puede sufrir un jugador de baloncesto. Tenemos que tener cautela con él y la adaptación que va a necesitar en su regreso. Él ha hecho todo lo que se puede hacer para estar en condiciones. Tal vez hasta tengamos que protegerlo nosotros de él mismo por la pasión y la felicidad que le pone a este deporte", ha zanjado el técnico.