Tras la victoria de los Lakers en la NBA, el eterno debate del baloncesto volvió a reabrirse: ¿Quién es el mejor jugador de todos los tiempos? Kobe Bryant, Michael Jordan, LeBron James...

Al exjugador de los Bulls no le afectan estos debates y no entra en el juego, pero ahora vuelve a estar en boca de todos después de que la revista 'Cigar aficionado' publicara de nuevo una entrevista que le hicieron en 2017, aunque esta vez en con una versión extendida.

De esta forma, han hecho público el ritual que Jordan hacía antes de los partidos que jugaban en casa. "Teníamos que estar en el estadio sobre las seis para los partidos de casa y el tráfico en Chicago era tan malo que tardábamos una hora y cuarto o incluso hora y media. Ahí estaba yo, sentado en el coche, preocupado por el tráfico. Estaba muy tenso. Así que empecé a fumar. Se convirtió en un ritual en los partidos de casa", confesó el exjugador.

Jordan explica también porque cuando se retiró no quiso entrenar a ningún equipo: "No tengo paciencia para entrenar. Mi mayor problema, desde un punto de vista competitivo, es el punto de vista del jugado y el punto de vista desde el que yo vi el juego. Cambia totalmente. Para mi, pedir a un jugador que se centre en el juego de la forma que yo jugaba no sería justo ya que si no la hiciera no hay sitio donde pudiera esconder mis emociones. No tendría paciencia. Nunca he sentido que pudiera hacerlo desde un punto de vista emocional porque soy muy diferente y tengo una percepción distinta a la de los jóvenes de hoy en día".

Michael prefirió hacerse dueño de un equipo que entrenarlo y gracias a ello ahora es el propietario de los Hornets.