Tuvo que ponerse a pintar porque le prohibieron cantar y hablar. Entre concierto y concierto Joaquín Sabina tenía que descansar la voz, así que la forma de expresarse viajó de la garganta a las manos. "Me divierte mucho es un oficio que se hace a solas sin público delante con los colorines y me divierte como un niño", asegura.

Presenta un libro con pinturas y su diario íntimo, reflexiones en las que no falta la política: "Ahora es Blesa, es que todos los días es una cosa, y el chalet del presidente de la Comunidad de Madrid, todo se queda viejo al día siguiente, Barcenas es como del paleolítico".

El ministro Wert tampoco podía faltar en el libro. "Como Rajoy es Don Tancredo, se pone quieto para que pase el toro y no le de una cornada, ha puesto a Wert para que las coja él".

Sabina no se corta y hace una peineta a tanto recorte. "Van a por todas, eso del programa oculto electoral es rigurosamente cierto, están aprovechando la crisis para hacer lo que han querido hacer siempre".

Le preguntamos por la policía y las manifestaciones ."La gente que no tiene ducha en su casa, ahora va  poder salir en la calle porque le ponen la manguera esa", contesta.
Con este panorama, Joaquín solo ve tres salidas: "Solo creo en el exilio, la inmigración y el derecho al pataleo". Palabra de un músico y pintor que ya dibuja hasta para firmar.