Las fuerzas de seguridad intervinieron para aislar a los manifestantes, entre los que se encontraba una mujer que llevaba un mono estampado con imágenes de un cuerpo desollado bajo su abrigo de piel. La firma también dispuso fuertes medidas de seguridad propias para evitar cualquier altercado, que restringieron el acceso a quienes no poseían acreditación.

En el punto de mira de esta protesta se encontraba el modisto alemán Karl Lagerfeld, quien había salido al paso del debate, durante una entrevista con "The New York Times", justificando su actuación en que las pieles generan trabajo."Es muy fácil decir 'no a las pieles, no a las pieles', pero es una industria. ¿Quién le va a pagar el paro a la gente si se suprime la industria peletera?", exclamó.

Este evento ha sacado a relucir un debate sobre el uso de este material en la industria de la moda y sobre las condiciones en que viven y cómo son desollados algunos animales. Lagerfeld ha querido diseñar esta especial y polémica colección porque en sus inicios la casa Fendi únicamente se dedicaba a la peletería. Ahora que cumple medio siglo al frente, Lagerfeld puede ser considerado uno de los modistos más minucioso en activo, puesto que compagina la labor en la firma italiana con la dirección artística de Chanel y con su propia compañía, propiedad del grupo Tommy Hilfiger.