Palmo a palmo se ha analizado el subsuelo de la Iglesia de las Trinitarias Descalzas y ahora sabemos que se han encontrado cinco zonas con restos óseos.

Pero el lugar clave es la cripa de la iglesia, donde según los escritos de la época, creen que es más probable que esté el escritor.

Ahora le buscarán entre los más de treinta nichos de la cripta. Introducirán una sonda en cada uno de ellos y si hay huesos dentro un grupo de científicos los analizarán ahí mismo.

Para saber si son los de Cervantes, tienen que ser así: nariz grande y curva, solo le quedaban seis dientes, tenía la espalda encorvada, señales de arcabuzazos en el pecho y la mano izquierda gravemente lesionada.

En caso de que no estuviera en los nichos, el arzobispado y las monjas de clausura les tendrán que dar permiso para buscar en las otras zonas. Pero también existe una tercera posbilidad, que los expertos no descartan aún y es que Cervantes no esté aquí. Y para eso, habrá que esperar unas semanas más.