CON MATERIALES SIMILARES A LAS DE UN TRANSIBERIANO
Las vías del AVE, a prueba de hielo
Las piezas como la que pueden ver en las imágenes tienen una longitud de 270 metros, son de acero laminado y han sido soldadas una tras otra. Así es como se han construido kilómetros y kilómetros del carril del AVE, a prueba de las temperaturas bajo cero.

Están construidas con materiales de similares características que las de los trenes transiberianos, que circulan normalmente a temperaturas de hasta 50 grados bajo cero.
Alfredo Alba, jefe de Mantenimiento del AVE, cuenta como "los calefactores de aguja calientan esa parte del carril, para permitir los desvíos".
Además, existe un protocolo de actuación, con una maquinaria específica, cuando llegan temporales de frío y nieve.