Si por algo se distingue el rey de la selva es por su voluminosa melena, que utilizan para cortejar a las hembras, y su potente rugido, con el que intentan proteger su territorio y llamar la atención sobre el resto de miembros de la manada. Las leonas, sin embargo, carecen de estas características.

Pero, a veces, se pueden encontrar casos en los que la hembra del león puede lucir una larga melena, e incluso comportarse como los machos. Estos ejemplares suelen ser difíciles de hallar, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, han localizado a cinco leonas en la Reserva Natural de Moremi, en Botsuana, que podrían ser calificadas como transexuales.

La investigación de estos animales, liderada por Geoffrey D. Gilfillan, comenzó en 2014. Durante los años siguientes, se centró en el comportamiento de estas leonas y descubrieron que estas hembras eran más grandes que el resto, rugían más fuerte y tenían melena.

Además, estudiando su comportamiento, comprobaron que estas leonas intentaban montar a otras hembras. Gilfillan achaca este comportamiento a un aumento del nivel de testoterona, que en los leones afecta directamente al crecimiento de la crin. Los machos que son castrados, por ejemplo, al carecer de esta hormona, pierden rápidamente su melena.

Esta explicación adquiere mayor credibilidad tras el caso de una leona del Zoo Nacional de Sudáfrica, que también desarrolló una melena similar a las hembras de Botsuana. En 2011, le estiraron los ovarios, porque presentaba altos niveles de testosterona, y tanto sus rasgos físicos como su comportamiento volvieron a ser los de una leona típica.

Antes de conocer y estudiar el caso de las leonas de Botsuana, ya se sabía de la existencia de hembras de esta especie con estos rasgos y comportamiento de los machos. Sin embargo, no se había documentado hasta ahora. Pese a que los investigadores afirman que se trata de un caso aislado que no creen que incremente, ha demostrado que la transexualidad también se encuentra en el reino animal.