En esta semana donde la ola de calor nos azota y lo que más deseamos es quedarnos escondidos en casa, el cielo nos complace con la visión de la Superluna del Ciervo para asomar la cabeza un rato. Este miércoles 13 de julio a las 11.00 de la mañana presenciaremos el evento astronómico conocido como "superluna" y que ha sido bautizada como luna de Ciervo. Esta vez la luna llena se encontrará a 357.264 kilómetros de la Tierra, un 7% más cerca de la denominada superluna de Fresa y lo más cerca que estará este año.
Las "superlunas" son lunas llenas, pero el motivo que hace que sean catalogadas de forma "superior" es que tienen lugar en el perigeo. La luna no da vueltas alrededor de la Tierra en forma circular sino elíptica, por lo que este es el punto más cercano a nuestro planeta. No todas las lunas llenas tienen lugar en este punto de máxima proximidad, por ello, no todas son consideradas superlunas. Este año solo presenciaremos tres: la de Fresa que hemos visto en abril, la de Ciervo de este miércoles y Esturión, que podremos ver en agosto.
¿Por qué el nombre de luna de Ciervo?
El nombre de las lunas llenas viene bautizado tradicionalmente por El Almanaque del Granjero Viejo (The Old Farmer's Almanac). Cada mes viene designado por diversas fuentes que van desde los nativos hasta los colonos americanos. En esta ocasión esta luna llena es llamada Ciervo debido a que julio es el mes en el que los ciervos macho desprenden y vuelven a crecer sus cornamentas.
Popularización del término "superluna"
Richard Nolle fue el primero en utilizar el término para referirse a este fenómeno en 1979. En la revista 'Dell Horoscope' explicó por qué se producía este evento y sus posibles efectos sobre la Tierra. Pero la verdad es que este no ganó popularidad entre la población común hasta el 2011, cuando empezó a vincularse este fenómeno con los terremotos.
El 11 de marzo de 2011 tuvo lugar en Japón un fuerte terremoto de magnitud 9,1. Ocho días después tuvo lugar una superluna y hubo una avalancha de afirmaciones por parte de los medios de comunicación que vinculaban ambos eventos. El mismísimo Nolle en su explicación había listado el "estrés geográfico" como una posible consecuencia de las superlunas.
El meteorólogo Joe Rao explicó en Space.com que este vínculo era imposible porque en el momento del terremoto la luna, por el contrario, estaba en su punto más alejado de la Tierra. Sin embargo, esta presunción se propagó por la cultura general y el interés por las "superlunas" aumentó exponencialmente.
¿Seremos capaces de verla?
Técnicamente, no. Hay dos motivos: el primero es que la luna alcanzará su punto más cercano a la tierra a las 11.00 de la mañana, y el segundo es que el ojo humano es incapaz de percibir una diferencia tan pequeña en la luna.
Cuando veamos la luna por la noche, ya habrán pasado horas desde la verdadera superluna, pero no seremos capaces de darnos cuenta. Es tan difícil de notar estas sutilezas que esa es la razón por la que vemos la luna como "llena" incluso días después. Además, cuando se dice que la luna será "un 30% más brillante" o "un 12% más grande", no se la está comparando con su estado promedio. sino cuando se encuentra más alejada de la Tierra. La luna en esos momentos es denominada como "microluna" o "miniluna".
Los amantes de las superlunas tienen a su disposición el calendario del Dr. Fred Espenak. El astrónomo retirado de la NASA hizo un calendario de superlunas desde el 2000 hasta el 2100 por lo que los entusiastas de este fenómeno tienen toda la información para prepararse para los próximos cientos de superlunas.
A 700 años luz
El telescopio Hubble capta la espectacular evolución de la estrella binaria simbiótica R Aquarii en un timelapse
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