Lo nunca antes visto, ha sucedido. Una nave se ha adentrado en la atmósfera solar y ha volado lo más cerca del sol que cualquier satélite en la historia y el resultado es que gracias a la sonda Parker de la NASA, se han revelado cambios en la corona del sol que pueden acelerar las partículas del viento solar.

El principal objetivo de esta operación de la NASA con la obtención de estos datos, es dar respuestas a dos cuestiones básicas. Por un lado, está el hecho de entender porqué la Corona del Sol aumenta de temperatura al alejarse de la superficie y por otro lado, descubrir qué es lo que acelera el viento solar.

Sin embargo, la relevancia de todo esto se basa en que cuanto más se descubra sobre el entorno magnético del sol y cómo arroja las partículas del viento solar hacia la Tierra y el resto de planetas, mejor se podrá predecir próximos eventos y prevenir los daños.

"Hubo un gran evento de clima espacial en 1859 que destruyó las redes de telégrafos en la Tierra y uno en 1972 que activó las minas navales en Vietnam del Norte, solo por las corrientes eléctricas generadas por la tormenta solar", recuerda Stuart Bale, profesor de Física de la Universidad de California y autor principal de un artículo sobre los nuevos resultados del experimento FIELDS de la sonda.

Además, las grandes perturbaciones del sol son potencialmente serias, ya que pueden afectar a las redes de comunicaciones y a la red eléctrica de la Tierra, por este motivo es tan importante descubrir cual es la fuente del viento solar "lento" y cómo se acelera en la atmósfera caliente del sol: la corona solar de 1 millón de grados. El viento solar consiste en partículas cargadas, principalmente protones y núcleos de helio, que viajan a lo largo de las líneas del campo magnético del sol.

Se sabe que el llamado viento solar "rápido", con una velocidad de entre 500 y 1.000 kilómetros por segundo, proviene de grandes agujeros en la corona solar en los polos norte y sur del sol. Pero el origen del viento solar "lento", que es más denso pero aproximadamente la mitad de la velocidad del viento solar "rápido", se entiende menos.

Pero gracias a estos encuentros de la sonda (la sonda ha tenido otros dos encuentros durante el acercamiento más cercano, o perihelio, de su órbita alrededor del sol) y al mapeo ultravioleta extremo del sol por otras naves espaciales, como STEREO, Bale y sus colegas, han podido rastrear el viento y los campos magnéticos hasta una fuente, los agujeros coronales, lo que sugiera fuertemente que estos agujeros son la fuente del viento solar lento.

Lo inesperado fue una serie de giros en el campo magnético mientras pasaba por la nave espacial. Durante estos períodos, el campo magnético se revirtió repentinamente 180 grados y luego, segundos a horas después, retrocedió."Estas interrupciones probablemente estén asociadas con algún tipo de chorros de plasma. Mi sensación es que estas interrupciones o chorros son fundamentales para el problema del calentamiento solar del viento", apunta Bale.

Otra sorpresa fue el polvo que salpicaba la nave espacial repetidamente durante cada sobrevuelo en el perihelio, el punto en la órbita donde la nave espacial estaba más cerca del sol. Probablemente más pequeño que un micrón, que es una milésima de milímetro, las partículas de polvo son probablemente restos de asteroides o cometas que se derritieron cerca del sol y dejaron su polvo atrapado.

Ese polvo ahora está orbitando al sol, y Bale sospecha que gran parte de él, al golpear la nave espacial, es expulsado hacia afuera por una ligera presión y destinado a escapar por completo del sistema solar.