Un equipo de astrónomos liderados por Ana Monreal, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha encontrado material probablemente orgánico en galaxias distintas a la Vía Láctea, ha informado el IAC.
El material ha sido localizado en las galaxias Antena 9, que están a 70 millones de años luz de la Tierra, y se trata de bandas interestelares difusas, que son bandas oscuras que aparecen en los espectros de objetos astronómicos asociadas a este medio y cuyo origen es un misterio.
El IAC ha indicado en un comunicado que las bandas interestelares difusas no se pueden explicar con la presencia de moléculas simples y se sospecha que están causadas por material probablemente orgánico. Para llevar a cabo este hallazgo los astrónomos han realizado un análisis espectroscópico con el instrumento MUSE, instalado en el VLT (Very Large Telescope) del Observatorio Europeo Austral (Chile).
Ha explicado el IAC que el espectro electromagnético de un objeto celeste resulta de descomponer su luz emitida en sus colores constituyentes. Las características de dicho espectro, por ejemplo colores dominantes o ausentes, informan acerca de las propiedades del objeto, como su velocidad y composición química.
Además, ha comentado la investigadora del IAC Ana Monreal, este análisis da información del material que la luz encuentra en su camino hacia la Tierra, y, en particular, sobre el medio interestelar. La mayoría de los estudios relacionados con las bandas interestelares difusas (DIB) se reducen a objetos que están en la Vía Láctea, ya que son rasgos espectrales particularmente débiles.
Fuera de la Vía Láctea hay algunas detecciones de DIB, en su mayoría en las Nubes de Magallanes, pero sólo en muy contadas ocasiones se han podido ver más allá de los confines del grupo local, ha indicado Monreal, quien ha añadido que, no obstante lo anterior, cuando miramos más allá de la Vía Láctea podemos ver cómo se comportan en condiciones del medio interestelar exóticas, como podría ser un brote de formación estelar.
Las observaciones más allá de las galaxias que nos rodean pueden dar pistas adicionales sobre la posible naturaleza de las moléculas que causan las DIB, y también proporcionar herramientas a los astrónomos para caracterizar el medio interestelar al que pertenecen, ha añadido Monreal.