Ha sido anunciado como una revolución en el mercado de la robótica. La televisión estatal rusa presentó a Boris, el robot capaz de hablar, capaz de dibujar, bueno en las matemáticas y atención, capaz de bailar.

El público no dudó en seguir los pasos de este marchoso humanoide, aunque para muchos expertos algo no cuadraba, y es que no tiene sentido que un robot programado para danzar sea patoso y haga más pasos de los requeridos.

Rápidamente las redes se pusieron a investigar y en esta imagen del reportaje realizado por la cadena, encontraron lo que parecía el cuello de una persona. Las dudas se disiparon con esta foto en la que se comprobaba que Boris, de humanoide, tenía solo las seis primeras letras y que era, en efecto, un hombre disfrazado. Con un traje de 3400 euros que cuenta con un micrófono para distorsionar la voz.

Tras el escándalo, la feria de tecnología en la que fue presentado se lava las manos: dice que en ningún momento lo presentaron como a un robot y achacan el malentendido a la televisión de Putin.