Test a fondo Fiat 500X 1.0 Turbo Cross: lavado de cara y un pequeño gran corazón de 120 CV

El 500X estaba llamado a ser el modelo más vendido de la gama creada alrededor del reinventado 500, por su condición de SUV, el segmento que no cesa de crecer y ya presente en todo tipo de tamaños y motorizaciones. Y así ha sido, desde que apareció en 2015.

Cuatro años después, recibe un leve restyling a nivel estético pero que, en cambio, si ha supuesto la llegada de una nueva familia de motores de gasolina más eficientes denominados Firefly: este 1.0 Turbo de tres cilindros de 120 CV (unidad de prueba) y un 1.3 Turbo de cuatro cilindros con 150 CV.

El 500X mantiene una única carrocería de cinco puertas y 4,26 metros de longitud, un poquito por encima de los SUVs más compactos de la competencia. Por espacio, terminaciones o confort de marcha no destaca, pero tampoco se queda atrás.

El 'pequeño' SUV de Fiat también estrena unos faros que pueden ser full led y que, según la marca, son un 20% más potentes que los anteriores de xenón. Incorpora también equipamiento como el control de velocidad adaptativo o el lector de señales de tráfico, de serie en el acabado Cross.

Tampoco hay muchos cambios al hablar del chasis. El 500X sigue siendo un SUV urbano y urbanita, prueba de ello es que sólo se ofrece la tracción total en el 2.0 diésel de 150 CV.

De todas formas, el 500X cumple sobradamente, pues es muy fácil de conducir y sus reacciones nobles y predecibles. Sin embargo, si se quiere ir deprisa, sus casi 1.400 kg. se dejan notar. Esos kilos de más le penalizan un puntito en agilidad.

El nuevo motor tiene muchas virtudes: no es ruidoso para tratarse de un tres cilindros, y se muestra voluntarioso. Si acaso, mejoraría si el turbo tardase un poco menos en responder al acelerar a bajas revoluciones.

Sin embargo, de nuevo el peso vuelve a condicionarle, ya que no es especialmente rápido: declara una aceleración de 0 a 100km/h en 10,9 segundos, casi en la media, pero al volante se le nota esa falta de chispa que sí tendría con unos 'kilitos' de menos.

En cuanto a los consumos (5,7L/100km. por catálogo), a un ritmo tranquilo, lo normal es moverse entre 6 y 6,7 litros, que no está mal. En todo caso, interesa más que el diésel: el Multijet de 120CV sale por 2.400€ más que el 1.0 Turbo. Sólo si vas a hacer más de 30.000 km al año puede merecer la pena.

Interior

El interior del Fiat 500X presenta una imagen atractiva, con una plancha de plástico brillante del color de la carrocería que recuerda al 500 -o su 'primo' 600- original.

La distribución de mandos es buena. Los botones del climatizador son grandes y no es difícil navegar por la pantalla central, si bien los iconos podrían ser más generosos. La cámara trasera no aporta la nitidez de otras, pero es suficiente.

La calidad -también la percibida- es similar a la de sus principales rivales: plásticos blandos y agradables por arriba, y más duros y algo peor ajustados en zonas ocultas. Bien resuelto.

Detrás

Ser más largo que sus rivales le asegura un mayor espacio para las piernas detrás. La cota de altura es buena, si bien la anchura es un poco más limitada. No hay banqueta trasera corrediza.

Delante

La postura al volante es correcta, pero no es fácil encontrarse a gusto a la primera. En cambio, la visibilidad es buena, y se agradece la pequeña ventana que hay a la altura del retrovisor en cruces o pasos de peatones.

Maletero

Tiene una buena capacidad: 350 L. Cuenta con doble fondo, aunque se echan en falta ganchos para sujetar bolsas, por ejemplo. Lleva un kit de reparación de pinchazos.

Cambio y tracción

El cambio automático sólo está disponible con el motor 1.3 Turbo de 150 CV y los diésel más potentes. La tracción total sólo se ofrece con el propulsor 2.0 Multijet de 150 CV con cambio automático. Sale por 31.650€.

Precios

El Fiat 500X Cross está disponible desde 14.800 euros con una completa gama de motores diésel y gasolina.