Este aeropuerto europeo guarda la energía del sol en baterías de coches usados... y el resultado es increíble

Dar una segunda vida a las baterías de coches eléctricos se está convirtiendo en una solución clave para hacer frente a dos grandes desafíos ambientales: reducir los residuos tecnológicos y limitar el consumo de materias primas, muchas de ellas escasas y difíciles de reciclar. Ahora, uno de los aeropuertos más importantes de Europa ha dado un paso pionero en esta dirección.

El Aeropuerto Internacional Leonardo da Vinci, más conocido como Roma-Fiumicino, ha puesto en marcha uno de los mayores sistemas de almacenamiento energético con baterías reutilizadas del continente. Este proyecto, bautizado como PIONEER, se basa en energía solar y baterías de coches eléctricos que ya cumplieron su primera vida útil. El objetivo no es solo mejorar la eficiencia energética, sino también avanzar hacia la neutralidad de carbono para el año 2030.

Este innovador sistema ha sido desarrollado por la empresa energética Enel X, en colaboración con el propio aeropuerto y con el apoyo técnico del instituto alemán Fraunhofer ISE. El proyecto también ha recibido financiación del Fondo de Innovación de la Unión Europea, lo que demuestra su relevancia a nivel continental.

Sol y baterías: una alianza sostenible

En el corazón del sistema se encuentra un gigantesco campo solar compuesto por más de 55.000 paneles fotovoltaicos, capaces de generar alrededor de 31 GWh de electricidad al año. Sin embargo, lo verdaderamente innovador es el sistema de almacenamiento que acompaña a esta instalación. La energía producida no se consume directamente, sino que se almacena en baterías reutilizadas de coches eléctricos, para después ser liberada de forma controlada gracias a un sistema de gestión inteligente basado en la nube.

En total, el sistema integra 762 paquetes de baterías de diferentes fabricantes como Mercedes-Benz, Stellantis y Nissan. De estas, 84 corresponden al modelo Nissan LEAF, uno de los primeros eléctricos producidos en masa. Aunque ya no son aptas para vehículos, estas baterías aún conservan entre un 70 % y 85 % de su capacidad, lo que les permite seguir funcionando durante al menos otros seis o siete años.

Toda esta infraestructura permite al aeropuerto funcionar con una arquitectura energética híbrida, en la que se combina el suministro convencional con el respaldo del sistema solar y de baterías. Según estimaciones de Enel, este sistema es capaz de proporcionar una cantidad de electricidad equivalente a la que consumirían 3.000 hogares estadounidenses en un día.

Un modelo de economía circular y bajas emisiones

El impacto ambiental también es notable. Solo con esta iniciativa se estima que se evitará la emisión de unas 16.000 toneladas de dióxido de carbono (CO₂) en la próxima década. Además, al prolongar la vida útil de las baterías, se reduce la necesidad de fabricar nuevas, lo que disminuye aún más las emisiones asociadas a la minería y producción de litio, cobalto y otros materiales críticos.

Este proyecto no solo supone un avance en sostenibilidad para el aeropuerto de Roma, sino que también marca un hito en la implementación real de la economía circular en el sector energético. Es la primera vez que se combinan baterías de distintas marcas y procedencias en un mismo sistema de almacenamiento a gran escala, lo que abre la puerta a nuevas soluciones de gestión energética en ciudades, industrias y otras infraestructuras clave.

En definitiva, el sistema PIONEER demuestra que la combinación de energía renovable, inteligencia artificial y reutilización tecnológica puede ofrecer resultados concretos y sostenibles. No se trata solo de una idea innovadora, sino de un modelo replicable que podría transformar la forma en que aprovechamos los recursos del presente para construir un futuro más limpio.

El compacto más refinado se renueva