El mundo del automovilismo de nuevo en manos de la ingeniería alemana

El automovilismo es un deporte de carreras de coches sobre cuatro ruedas que siempre ganan los coches alemanes. Así podríamos adaptar la famosa frase de Gary Lineker sobre el fútbol y la capacidad de los teutones para ganar en el pasado. La temporada 2015 ha sido un apabullante dominio de la ingeniera germana en las tres categorías más importantes a nivel mundial. Fórmula 1, Campeonato del Mundo de Rallyes y Mundial de Resistencia, todos ellos han tenido un denominador y un dominador común, los equipos de dicha nacionalidad. Nadie se sorprendió en el pasado Gran Premio de Australia al ver a Mercedes AMG de nuevo marcar la pauta. Con Lewis Hamilton en su mejor estado de forma y llegado a su madurez deportiva, los monoplazas del equipo de Toto Wolff únicamente se han encontrado con un rival inesperado: Sebastian Vettel y Ferrari. Tal vez la llegada del tetracampeón a Maranello ha traído éxitos demasiado pronto, sobre todo si echamos la vista atrás y vemos las temporadas pasadas de los italianos. Aun así, el salto de la Scuderia no ha sido suficiente para parar el yugo al que ha sometido la escudería de la estrella al Gran Circo durante los dos últimos años. La ventaja cosechada en el diseño de su motor V6 Turbo y un monoplaza compromiso, que se suele comportar bien en la mayoría de los circuitos, nos ha dejado un abrumador dominio en la Fórmula 1. 2016 será el último año antes del cambio reglamentario, el llamado de la transición, sin embargo, siempre hay lugar para la esperanza de ver a un equipo como Ferrari o la eterna promesa de McLaren-Honda dándole algún que otro quebradero de cabeza a los teutones.

A los que no se les esperaba era a Porsche. Con un concepto de prototipo mucho más radical que el del año pasado, temporada en la que la firma de Stuttgart realizó su regreso a Le Mans y el Mundo de la Resistencia, el objetivo en 2015 era el de conseguir saborear de nuevo las mieles del éxito en la icónica carrera de Le Sarthe. Para ello exprimieron al máximo el reglamento realizado entre el ACO y la FIA, utilizando el sistema de recuperación energía de 8MJ acompañado por un propulsor de cuatro cilindros turbo. Precisamente el motor de energía interna ha sido uno de los secretos de Porsche. Su bajo consumo comparado con los grandes bloques de sus rivales y la velocidad extra en las rectas gracias al potente KERS utilizado en el 919 Hybrid LMP1 les permitió volver a coronarse en las 24 Horas de Le Mans diecisiete años después. Sin embargo, no sólo lograban el gran triunfo el siempre especial trazado galo contra coches diseñados especialmente para ganar allí, sino que también lograban triunfos en circuitos tan distintos cono Nürburgring, Austin, Fuji, Shanghái o Bahréin. ¿El premio final? Además de asaltar la banca en Le Mans, también conseguían sucedes a Toyota y convertirse en Campeones del Mundo de Resistencia.

El tercer fabricante germano en discordia ha sido Volkswagen. Tampoco a nadie le sorprendía el pasado mes de enero un Polo R WRC comenzara la temporada 2015 del Mundial de Rallyes ganando. Si a Porsche se le han escapado dos victorias y a Mercedes AMG tres, a los de Wolfsburgo sólo una, la del Rally de Argentina, donde unos problemas mecánicos los apartó de una nueva muesca en su revolver. Tras tres temporadas, el ‘bien nacido’ Polo R WRC promete volver a ser el principal favorito en 2016 con Sébastien Ogier como piloto destacado de esta nueva era de la categoría reina de los rallyes que nos está tocando vivir. Nunca se había visto trabajar de una forma tan fluida a un dúo franco-germano, algo que ha repercutido en la moral del resto de rivales e incluso de los compañeros de equipo del piloto de Gap, que muchas veces creen imposible el poder batir al ya tricampeón del mundo si este está en carrera. Por el momento , ya han sumado 400 scratchs y conseguido 34 victorias en tres años, una marca que promete seguir creciendo la próxima temporada gracias a una fiabilidad envidiable y un rendimiento un paso por encima del resto de equipos oficiales, los cuales no han dado con la tecla o no han dispuesto de los recursos necesarios para alcanzar a Volkswagen.