Dallara presenta el primer automóvil de calle de su historia

El conocido preparador de vehículos de competición y creador de chasis para campeonatos tan prestigiosos como las IndyCar Series o la Fórmula E (además de colaborar con HAAS en la Fórmula 1 o en el WEC), Dallara, ha dado a luz el que es el primer vehículo de calle de su historia. Tras presentar hace un año el prototipo de su Stradale, la firma italiana ha aprovechado que se cumple el 80 aniversario de su fundador, Giampaolo Dallara, para presentar un automóvil de producción con mucho aroma a competición. Con una estética que recuerda a la de las barquetas que compiten en Europa en las más prestigiosas Subidas de Montaña, el Dallara Stradale ha sido convertido en colaboración con Granstudio, y se pude adquirir también en configuración  roadster o incorporar un spoiler trasero de grandes dimensiones que presida la zaga y aporte algo más de agarre al tren posterior. Según los datos del preparador transalpino, es capaz de generar 820 kilogramos de carga aerodinámica cuando se encuentra circulando a velocidad máxima, pudiendo soportar hasta 2G de carga lateral, cifra nada despreciable cuando tenemos ejemplos como el Aston Martin Valkyrie AMR Pro (prácticamente un LMP1 de calle) que logra 3,2G.

En el interior, un puente central que permite separar el habitáculo en dos, eliminando todo lo superfluo y que no interviene en el verdadero disfrute de la conducción. Un coche destinado a enamorar por las sensaciones que transmite en circuito, incluyendo entre sus opciones de las suspensiones ajustables y de su gran relación peso-potencia. Concretamente incorpora un motor de cuatro cilindros y 2.3 litros que eroga unos 400 CV de potencia para un peso total de 855 kilogramos. Se ha optado en este caso por una caja de cambios manual de seis velocidades, sin embargo, Dallara también ofrecerá entre sus opciones una caja robotizada con levas detrás del volante. Cuenta con dos mapas deportivos y normales, los cuales serán configurables a través de la electrónica firmada por el gigante alemán, Bosch.

Me gusta pensar que Colin Chapman, a quien comencé a admirar desde la era Lotus Seven, apreciaría el carácter esencial y la simplicidad de este automóvil. Resume todo lo que aprendimos de carreras y colaboraciones con nuestros clientes.