HORA DE EXTREMAR PRECAUCIONES

3 elementos de tu coche que pueden congelarse en plena ola de frío, y cómo evitarlo

La primera gran ola de frío del invierno ya está aquí y es hora, por tanto, de extremar las precauciones también con nuestros coches, que pueden sufrir sus consecuencias especialmente si pasan las noches en la calle y su mantenimiento no es el idóneo. Tanto, que algunos elementos de nuestro coche podrían llegar a congelarse.

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2023 parece haberse estrenado con mucho, mucho frío: apenas llevamos recorridos la primera mitad de enero, pero ya estamos envueltos en la que parece ser la primera gran ola de frío del invierno, con temperaturas bajo cero en buena parte de la península ibérica e, incluso, precipitaciones de nieve a cotas de altitud muy bajas. Esto supone un grave problema ya no sólo a nivel de seguridad vial, con vías de circulación que pueden convertirse en un peligro, sino también en cuanto a la "salud" de nuestros propios coches.

Y es que nuestros coches, pese a ser máquinas que han sido diseñadas para poder trabajar en un amplio rango de revoluciones, necesitan ser cuidadas y mantenidas para poder mantener esa "resistencia". Con el paso del tiempo muchos componentes de nuestros vehículos se resienten, algo que es lógico y que suele solucionarse o paliarse en gran medida con un buen mantenimiento, pero también es cierto que no todos los vehículos que vemos por las calles disfrutan de ese mantenimiento que acabamos de mencionar.

De esta manera, con las bajas temperaturas y las olas de frío es posible asistir a importantes dificultades a la hora de hacer funcionar nuestro coche correctamente, hasta el punto de que algunos componentes del mismo pueden incluso congelarse y dejar de estar disponibles a consecuencia de las condiciones climáticas externas. Tanto es así que repasamos 3 elementos de tu coche que pueden congelarse en plena ola de frío, así como lo que debes hacer para evitarlo.

3 elementos de tu coche que pueden congelarse

Para que nuestro coche funcione correctamente es necesario que muchos componentes funcionen de manera adecuada, algo que no siempre es posible:

  • Líquido limpiaparabrisas: el fluido que utilizamos para limpiar la luna delantera de nuestro vehículo puede congelarse fácilmente en muchos coches, ya que el depósito donde se almacena suele ubicarse cerca del exterior y, por tanto, menos resguardado del frío. Para evitar que el líquido se congele debes utilizar fluido con cierta proporción de alcohol, cuya temperatura de congelación es más baja que la del agua.
  • Batería: este punto es especialmente crítico, ya que podemos encontrarnos de la noche a la mañana con un coche que no arranca y, por tanto, no nos es útil. Para evitar que la batería nos deje tirados debemos cerciorarnos de que su estado de salud es el correcto, algo que podemos comprobar haciendo una medición del voltaje con un polímetro en caso de tenerlo o en cualquier taller en apenas unos minutos. Es importante comprobar también la buena salud del sistema de carga (generalmente alternador) de manera periódica y, en caso de que la batería de nuestro coche tenga mantenimiento, verificar que el nivel de electrolito es el correcto.
  • Líquido refrigerante: el refrigerante de nuestro coche es el encargado de mantener una correcta temperatura de funcionamiento en el motor, pero también de proporcionar calor al habitáculo. Si el refrigerante de nuestro circuito se ha degradado es posible que haya perdido propiedades, y en caso de frío extremo llegar a congelarse. Si esto sucede nos podemos meter en un buen lío, ya que al congelarse su volumen aumenta, pudiendo incluso reventar manguitos o tapones del propio bloque motor, lo cual supone una llamada a la grúa inevitable.
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