El número 00.750 fue uno de los agraciados en el sorteo de la Lotería de Navidad. Este tercer premio se repartió entre Ripoll (Girona), Sort (Girona), Esparreguera (Barcelona), Torelló (Barcelona), Arenys de Mar (Barcelona) y Almuñécar (Granada).
Pero, sin duda, la administración más afortunada fue la de Mollerussa, en Lleida. Allí un hombre compró todas las series disponibles,gastándose un total de 7.200 euros en décimos y ganando 18 millones.
"Vino un señor y pidió el número 00.750. Preguntó si estaba disponible, le dije que había 36 series y las compró todas", nos explicaba Josep Saló, dueño de la administración.
Compró todas las series disponibles del número 00.750 y ha ganado 18 millones
Sin embargo, desde que saliera el número afortunado del bombo poco se sabe de él. Está desaparecido, solo se sabe que es de Mollerussa y que tiene unos 60 años. El lotero que le vendió el número nos ha confesado que "se ha ido unos cuantos días, hasta que la cosa se calme, porque la gente le está buscando".
Pero esta no es la única historia curiosa que nos ha tocado la Lotería de Navidad. En Reus, Tarragona, una mujer ha ganado 100.000 euros que le permiten empezar de cero. "Soy madre soltera y tengo un niño de 15 años", explica ante las cámaras de laSexta.
Y en Utrera, Sevilla, una lotera les regaló un décimo a María Amparo y Chelo, que tienen una asociación de familias necesitadas. Les han tocado 20.000 euros que lo cambian todo.
Mientras, en El Escorial, en Madrid, un hombre ha repartido uno de los premios de la Lotería de Navidad entre vecinos y familia. Heredó la ferretería de su padre, cuyo sueño era dar uno de los premios que vendía cada año por su cumpleaños. Murió hace dos, hoy abría cumplido 81 años, y al final se ha salido con la suya. "Que sus hijos y su familia hayan tenido suerte", sentencia su hija.
Polémica en la Lotería
Habla una mujer con un décimo de Lotería de Navidad que fue cantado, pero no premiado: "No sabíamos qué estaba pasando"
Tania se dio cuenta de que el décimo que habían escuchado cantar a un niño de San Ildefonso no se encontraba reflejado como premiado por la Administración. "Volvimos a casa, vimos la pedrea y en distintos periódicos vimos que estaba premiado", recuerda.