La superstición es una de las grandes compañeras de los días 22 de diciembre en España. La superstición y la esperanza, porque la certeza es una acompañante bastante cara en jornadas como la de la Lotería de Navidad. Frotarse los décimos contra una calva, o contra la barriga de alguna embarazada; elegir los números que uno considera de la suerte o llevar en el bolsillo un amuleto que nos da seguridad. Hay miles de 'trucos' para seguir el sorteo navideño con la esperanza puesta en que el Premio Gordo coincida con uno de los números que llevamos este año. No obstante, todo es cuestión de suerte.

Es absolutamente inviable (e ineficaz, digamos) llegar con certezas al día del sorteo: para garantizar que nos toque el Primer Premio tendríamos que haber comprado los 100.000 números que entran en el bombo grande, esta es la única manera de que uno esté 100% seguro de que le vaya a tocar el Gordo. Claro que, para hacer esto, uno tendría que desembolsar un total de dos millones de euros, una cantidad casi cinco veces superior a la cuantía que se recibe con el Primer Premio. No tiene sentido. Entonces, ¿cómo podemos hacer para garantizarnos un premio?

Es más probable que te toquen 6.000 euros que que te toquen 960 euros

Lo cierto es que todo depende de con lo que uno se conforme. Pero, sinceramente, no es fácil que a uno le toque la Lotería. Tirando de matemáticas, y aunque suene extraño, se puede decir que es más probable que te toquen 6.000 euros a que te toquen, por ejemplo, 960 euros. Esto se explica porque solo hay dos premios que reparten 960 euros —los números anterior y posterior al tercer premio—, mientras que hay ocho premios que reparten 6.000 euros, que son los ocho quintos premios. A más posibilidad de premio, mayor es la probabilidad de que a uno le toque algo.

Probabilidades de que te toque "algo" en la Lotería de Navidad

  • Un 9,999% de que te toquen 20 euros
  • Un 5,286% de que te toquen 100 euros
  • Un 0,002% de que te toquen 960 euros
  • Un 0,002% de que te toquen 1.250 euros
  • Un 0,008% de que te toquen 6.000 euros
  • Un 0,002% de que te toquen 20.000 euros
  • Un 0,001% de que te toquen 50.000 euros
  • Un 0,001% de que te toquen 125.000 euros
  • Un 0,001% de que le toquen 400.000 euros

Eso sí, estas probabilidades son las que existen en una persona que participa con un solo décimo. En el caso de los grandes premios que se entregan a un número completo, las probabilidades se multiplican con cada décimo extra. Es decir, con un solo décimo tienes un 0,001% de que te toque el Gordo; con dos décimos, tienes un 0,002%; con tres décimos las probabilidades serían del 0,003% y así sucesivamente. Pero como hemos dicho anteriormente, la única manera de garantizarse el Premio Gordo es teniendo un décimo de cada uno de los 100.000 números que entran en el bombo... y no es ni viable ni tiene sentido.

¿Y qué pasa con otros premios? El reintegro, por ejemplo, no depende de un número completo. Llevarse los 20 euros de un reintegro es mucho más sencillo, incluso con un solo décimo (un 9,999% de probabilidades); en este caso, como el reintegro es un solo número entre el 0 y el 9, teniendo un décimo con cada una de las terminaciones te garantizarías llevarte un reintegro. ¿Merece la pena? Pues tampoco. Para tener diez décimos diferentes tienes que desembolsar 200 euros, y el reintegro sólo te reporta 20. Pero es cuestión de suerte, al fin y al cabo.

Sin embargo, lo que hay que tener en cuenta para no llevarse una gran decepción el día del sorteo es la probabilidad de que no te toque nada: mientras que existe un 0,019% de probabilidades de que te toque algo —desde un mísero reintegro al Gordo del día—, la otra cara de la moneda es más dura pero más realista, que es la que te dice que tienes un 99,981% de probabilidades de que no te toque absolutamente nada. Así pues, con lo que participes en el sorteo... ¡disfruta! Y por poco que ganes, disfrútalo, habrás ganado una pequeña batalla a esa gran probabilidad.