La homosexualidad es un fenómeno que me genera bastante curiosidad porque no existe en Corea del Norte, y mira que lo preguntamos hasta en el censo: "¿Sufre usted algún tipo de desviación sexual de la que deba informar a la policía secreta?" Cero personas marcaron la casilla. Cero homo, pleno hetero.

Gente para las que antes no teníamos nombre y ahora los millennials lo han encontrado: 'pollaviejas'

Madrid es este año la capital del Orgullo, y es curioso porque en España todos los años aparece mucha gente indignada con esta celebración. Gente que a la que por algún motivo no le molesta un concierto programado en las fiestas del barrio pero sí le molesta otro con los mismos decibelios si se programa estos días. Gente como los directivos de RTVE, que no tienen nada en contra de los homosexuales pero se niegan a cubrir el Orgullo porque no es rentable como sí lo es el tiro con arco que echan en Teledeporte. Gente para las que antes no teníamos nombre y ahora los millennials lo han encontrado: “pollaviejas“.

Yo, que no tengo nada contra los homosexuales por los caprichos demográficos y genéticos de Corea del Norte, sí tengo algo que reprocharles: si querían conseguir la igualdad, ¿por qué montaron todo ese follón para legalizar el matrimonio homosexual con lo fácil que habría sido prohibir el matrimonio hetero? Que estamos hablando de bodas que van ya por más de 100€ el sobre. Igualdad sí, pero buscando el beneficio común, no arruinarnos todos.