Este domingo 18 de febrero se celebran las elecciones gallegas y los votantes dictarán la composición del Parlamento de Galicia para la próxima legislatura. Aunque todas las encuestas apuntaban a que el PP de Alfonso Rueda se mantendría como la lista más votada, alunas encuestas cuestionan que los populares logren mantener la mayoría absoluta en esta comunidad autónoma.

Hasta que se realice el recuento de votos, a partir de las 20:00h, con el cierre de los colegios electorales, no se sabrá con certeza si Rueda volverá a asumir el cargo de presidente de la Xunta de Galicia, la primera vez que lo haría tras ser elegido en las urnas. No obstante, si Rueda no logra sumar los diputados suficientes para ser investido de nuevo, sí que tendría derecho a una serie de privilegios, tal y como marca la ley.

Lo cierto es que, al igual que cuando el presidente del Gobierno deja su cargo, algunos presidentes autonómicos también cuentan con una serie de privilegios si no renuevan una legislatura. Concretamente, en Galicia los dirigentes de la Xunta son uno de los más afortunados gracias a la ley, que data de 1983 y establece que los exmandatarios pueden percibir un sueldo durante los dos años siguientes a su cese.

El sueldo lo establece la Xunta de Galicia, que en 2007 aprobó un decreto para que este sea del 60% del sueldo asignado a la persona titular de la Presidencia del Gobierno gallego en ese momento. Cabe señalar que, tras una subida aprobada por Alfonso Rueda en el año 2023, el jefe del Ejecutivo gallego cuenta con un salario actual de 82.843 euros, es decir. Por tanto, el expresidente podría percibir durante los dos años siguientes a su cese un total de 49.705 euros brutos al año, lo que se traduce en 4.142,15 euros al mes.

No obstante, según la ley aprobada por el Ejecutivo autonómico y remitida al Parlamento gallego en 2012, los exmandatarios no pueden cobrar compensaciones económicas si tienen otra remuneración, ya sea de carácter público o privado, incluida la percepción de una pensión de jubilación o retiro.

Por tanto, el expresidente que cese de su cargo cuenta con un plazo de 15 días hábiles para comunicar al Gobierno gallego su opción entre la percepción de la compensación económica o la retribución de la actividad pública o privada que pase a desempeñar.

Vehículo con chófer y asistente

Otra de las ventajas que tienen los presidentes gallegos es que tienen asegurado un vehículo con chófer y asistente durante cuatro años en el caso de que hayan permanecido en el cargo una legislatura completa. Pero este tiempo se amplía a 10 años si han sido presidentes durante más tiempo, como fue el caso de Manuel Fraga.

Puesto asegurado en el Consejo Consultativo

Además aunque algunos cuentan con un sueldo vitalicio, en la comunidad gallega tienen un puesto de trabajo asegurado en el Consejo Consultivo de Galicia, en el que se cobran 66.000 euros al año. Cabe señalar que este puesto no es compatible con la compensación económica ya mencionada y Xerardo Fernández Albor, Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño son algunos de los expresidentes que pasaron a formar parte de este órgano consultivo gallego.