Quien más y quien menos, durante la pandemia, ha pedido comida a domicilio. Por pereza, por capricho, o porque hemos caído en la trampa del teletrabajo y la saturación de nuestras agendas con reuniones por videollamada que no nos han dejado tiempo para cocinar. Parecía que esto de trabajar desde casa iba a suponer la vuelta a las cocinas.

Nada más lejos de la realidad. De hecho, ya se han llegado a acuñar términos como "la fatiga por TEAMS" a esta situación de reunión tras reunión para temas que antes solucionábamos en los pasillos o la cafetería con nuestros compañeros. Sea por el motivo que sea, llamar o meternos en una aplicación para el móvil y pedir que nos traigan algo para comer o cenar ya hecho es algo que, según varios estudios, hemos hecho más que antes.

¿Debemos llevarnos las manos a la cabeza? ¿Hemos retrocedido en nuestro camino hacia la alimentación sana y mediterránea? Parece que no. Parece que lo que antes se limitaba a un cierto tipo de alimentos que tenían de todo (y mucho) de lo que teníamos que controlar ha cambiado.

Más sana y variada

Según declaraciones del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), los servicios de comida a domicilio se han adaptado durante la pandemia. Especialmente, según sus declaraciones, la comida asiática, mediterránea, latinoamericana o árabe. Parece que donde antes sólo había fast food de baja calidad, ahora, gracias a las plataformas digitales, tenemos acceso a una oferta más amplia y más adecuada de alimentos y platos preparados.

De hecho, señalan específicamente a algunos tipos de cocina internacional como las mejores adaptadas. Eso sí, no todo el campo es orégano, y no todo lo que nos ofrecen se puede considerar lo mejor para una alimentación saludable. En las mismas declaraciones recuerda que hay que seguir fijándonos en las técnicas de cocinado de esos menús, donde, cuanto más sencillas y menos florituras, mejor.

¿Cuál es la mejor opción?

Parece que dentro de la comida asiática la japonesa sería la mas saludable, tanto por la calidad de sus ingredientes, como por los alimentos en la que se basa, como el pescado, el marisco, las verduras (muchas verduras) y el arroz como cereal base (que si fuera integral sería mejor). Además destacan la sencillez del cocinado, lo que nos permite a simple vista ver si los ingredientes son de buena o mala calidad. Vamos, que mejor un sushi que un cerdo agridulce, que cómo hacen esa salsa aún sigue siendo un misterio para muchos.

La cocina llamada mediterránea de calidad es aquella que mejor refleja lo que es nuestra dieta mediterránea, obvio. Pero no hablamos de la oferta de croquetas y patatas fritas de muchos restaurantes. En estas aplicaciones podemos encontrar guisos, como cocidos, carnes, pescados y mariscos. Bien elaborados y con alimentos de calidad. Y bien acompañados de verduras para hacer al plato lo más equilibrado posible. Mediterránea también es la ensalada, no nos olvidemos.

Por último, ante la comida italiana, tenemos que ver más allá de la pizza. Sobre todo si viene de restaurantes de fast food y no de cocinas tradicionales. A parte de su exceso de calorías, el exceso de grasas saturadas, salsas y la baja calidad de sus ingredientes hacen esta elección una de las peores cuando pedimos comida a casa. Mejor es buscar otros platos típicos que tienen su base en las verduras, los pescados o el arroz, donde el aceite de oliva virgen extra también está presente. ¿Por qué no pedir que nos traigan una 'caponata' a casa?

¿Es el fin de la pizza?

No. Nunca sería capaz de 'matar' a este plato. Me confieso un fiel amante de la pizza. Eso sí, de la pizza de verdad. La italiana. No la versión americanizada y saturada de grasas y salsas que nos hacen creer que es pizza.

Me refiero a esa pizza casera que puedes encontrar en restaurantes tradicionales, donde la masa es ligera, la salsa de tomate es eso, salsa de tomate (y no tomate frito) y donde la mozarella es un queso fresco de leche de búfala, y no un engendro de quesos o sales fundentes que empalaga al morder.

Me refiero a esa pizza que tiene verduras como ingredientes, frescas, de calidad, y que le dan un sabor único. Acompañada de carne o pescado, pero no me refiero al peperonni. Me refiero a esos ingredientes mediterráneos que se ponen encima. Unas aceitunas, atún, pimientos, cebolla, rúcula, tomate fresco, … Una delicia. Y si me voy a dar un capricho, si es saludable mejor. Y en sabor, nada que ver con lo que nos venden.

Y recuerda, más es menos. No porque venga hasta arriba de ingredientes es mejor. De hecho, a veces, no puedes ni saborearlos de la gran cantidad que tiene. Además, tu cuerpo y tu dieta lo agradecerán.