La oposición de Miguel Tellado es tan nefasta que los ciudadanos españoles tendrían que esconderlo en un zulo. Es una frase que jamás se me hubiera ocurrido escribir antes de escuchar al secretario general del PP, pero puede que así sirva, de manera didáctica, para que el inefable secretario general del PP visualice la miserable barbaridad que se le ocurrió decir camuflando lo que piensa en una metáfora abyecta. Porque claro que es una metáfora, una sentencia que mediante el simbolismo expresa una opinión sobre sus adversarios políticos y que refleja lo profundo de su sentir. Esperamos que solo sea una metáfora. Faltaría más.

El problema es que hay quien cincuenta años después del final de la dictadura no ve lo terrible que es hacer esos ejercicios retóricos hablando de fosas al referirse al futuro de la gente de izquierdas que hace política. Estoy seguro de que al leer la primera frase del texto han visualizado un terrible periodo de la historia de España en concreto. Un periodo donde se usaba la violencia política contra el adversario. Es claro y directo. Un zulo es un lugar donde se esconden cosas. Pero también servía para personas. Lo entendemos sin necesidad de añadir más contexto, pero parece que esas terribles metáforas sobre la violencia política son algo que en este país solo le está permitido hacer a una parte del espectro político.

La historia de cada país tiene símbolos funestos relacionados con la violencia política que todo el mundo comprende al nombrarlos de manera directa y los vincula a un tiempo, un victimario y una víctima. En España la izquierda tiene dos de esas palabras grabadas en la memoria colectiva y son cuneta y fosa. Lo son porque durante 40 años fue el destino de los que hicieron política desde la izquierda y todavía lleva décadas rascando tierra como topos para poder recuperar a sus familiares.

Usar ese concepto, como ha hecho Miguel Tellado, para referirse al futuro final de un Gobierno de izquierdas por parte de un partido heredero del franquismo no admite interpretaciones. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica lo ha dejado claro en un comunicado en el que evidencia la decadencia democrática de la sociedad española al permitirse que un líder político haga juegos de palabras con los asesinatos y la desaparición forzosa de miles de españoles.

Hace pocos días, el periodista argentino Jorge Rial publicó una fotografía en la puerta de su casa donde había un coche aparcado después de que la ministra al mando de la Policía le hubiera puesto una denuncia para parar la publicación de unos audios sobre corrupción que afectaban a Karina Milei. No necesitó explicar nada al sacar la foto del coche. Era un Ford Falcon de color verde. Todo el que conoce un poco de la memoria de la represión en Argentina entendió la metáfora que el Gobierno mandó al periodista sin más contexto.

Los Ford Falcon verdes eran los coches que los grupos de tareas del ejército argentino durante la etapa del dictador Jorge Videla usaban para sacar de sus casas a los opositores por la noche y llevarlos a la Escuela de Mecánica de la Armada, La Perla o cualquier otro lugar de tortura y asesinato. El mensaje se entendió, todos esperamos y confiamos que no sea más que un mensaje mísero del gobierno de Milei a Rial del mismo modo que todos esperamos que Miguel Tellado y su partido no se dediquen a cavar fosas y meternos a todos, otra vez, en ellas si llegan al gobierno. Son solo metáforas. Pero metáforas que en España en la otra dirección te pueden llevar a la cárcel por un delito de apología del terrorismo.

A Miguel Tellado y al PP le hubiera bastado con disculparse después de decirla, porque no se puede justificar en que hubiera sido de un calentón desafortunado o un error fruto de la improvisación, porque la llevaba escrita. Pero no, eligió victimizarse, salieron todos los cargos públicos de la derecha del PP en tromba a seguir insultando la memoria de los represaliados porque saben que para ellos en España sale gratis hacerlo. De hecho es más probable que pudiera acabar yo en la Audiencia Nacional por este artículo expresando mi tristeza y desazón intentando que algún día entiendan el dolor que provocan poniéndoles un espejo delante.