¿Alguna vez has sentido que te falta el aire? Esta sensación es algo normal cuando sucede después de hacer ejercicio, por ejemplo. En estas ocasiones, la dificultad para respirar suele desaparecer con el reposo y no es grave. Otra cosa es cuando la falta de aire aparece de forma repentina e inesperada.

En este caso, la disnea puede ser un signo de advertencia de una enfermedad subyacente. El problema puede estar en el corazón o en los pulmones. Además, otros factores como los emocionales también pueden influir. Los ataques de pánico o la ansiedad pueden causar disnea, síntoma potencialmente grave para el que hay que pedir ayuda médica si es severa y repentina.

Qué es la disnea

Disnea es el término médico para definir la falta de aire repentina y grave, o a la dificultad para respirar. Se suele describir como:

- Conciencia de dificultad respiratoria

- Una sensación de incomodidad al respirar

- Respiración difícil, dificultosa e incómoda

- Sensación de falta de aire

La disnea puede ser desde leve y temporal hasta grave y duradera. A veces es difícil diagnosticar y tratar la disnea porque puede tener muchas causas diferentes. Es un problema común y, de hecho, es uno de los motivos más frecuentes de visita al servicio de urgencias del hospital.

Síntomas de la disnea

Además de lo mencionado anteriormente, como la sensación de falta de aire y la dificultad para respirar, la persona que tiene disnea suele tener:

- respiración rápida y superficial

- opresión en el pecho

- palpitaciones del corazón

- sibilancias en el pecho

- tos

Causas de la disnea

La disnea puede estar provocada por múltiples causas, por lo general serán problemas pulmonares, cardiacos u otras causas, según la revista MedicalNewsToday.

1. Trastornos pulmonares:

- Brote agudo o repentino de asma bronquial.

- Infecciones pulmonares como la neumonía.

- Enfisema.

- Bronquitis crónica o aguda.

- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

- Obstrucción de las vías respiratorias superiores: si hay algo atascado en las vías respiratorias superiores.

- Colapso pulmonar debido a un desgarro o lesión pulmonar.

- Bronquiectasias o daños en los tejidos pulmonares causados por una infección.

- Neumotórax o derrame pleural o líquido atrapado en los espacios que rodean a los pulmones, lo que dificulta su expansión.

- Embolia pulmonar (obstrucción de los vasos sanguíneos de los pulmones con una bola de coágulos de sangre). Es una enfermedad potencialmente mortal.

- Cáncer de pulmón y tumores pulmonares.

2. Trastornos cardíacos:

- Infartos de miocardio.

- Insuficiencia cardíaca.

- Las arritmias como la fibrilación auricular o la taquicardia supraventricular pueden provocar disnea.

3. Otras causas

- Ataques de pánico.

- Cetoacidosis diabética.

- Anemia de grado grave.

- Exposición a niveles peligrosos de monóxido de carbono.

- Reacciones alérgicas.

- Hernia de hiato.

- Hipotensión, es decir, presión arterial baja.

Qué hacer en caso de disnea

La disnea es un síntoma potencialmente grave para el que hay que pedir ayuda médica si es severa y repentina. No obstante, estas son algunas de las cosas que la persona afectada puede hacer para tratar de mejorar la situación.

1. Mantén la calma. Sí, sabemos que es fácil decirlo… pero estar lo más tranquilo posible te ayudará.

2. Ponte en una posición cómoda. Puede ser sentado erguido en un sillón con ambos brazos apoyados. Deja que tus hombros se caigan y se relajen. Descansa las plantas de los pies en el suelo. Prueba también a sentarte en una silla y dejar caer tu cuerpo hacia adelante apoyando los brazos en una mesa.