El bálsamo del tigre es un remedio que tiene su origen en la medicina tradicional china. Se trata de un ungüento realizado con extractos de plantas, que recibió el nombre de este animal debido a la imagen de fuerza y vigor que aporta el tigre, según explica la OCU.

Lo primero que hay que saber es que no es un producto nuevo ni mucho menos; su origen se remonta a 1870, de la mano del herborista birmano Aw Chu Kin. Nacido en el seno de una familia de origen chino y relacionada con la herboristería china, Aw se formó en medicina tradicional china en diferentes lugares, hasta acabar creando el bálsamo de tigre.

Este bálsamo contiene ingredientes derivados de extractos de plantas y aceites minerales que vienen del petróleo, como la parafina y el petrolatum. De todos esos compuestos, hay algunos que son más activos que otros desde el punto de vista farmacológico, como el alcanfor y el mentol; aunque está formado por muchos más ingredientes: un 10% de mentol, 25% de alcanfor, 6% de aceite esencial de menta, 7% de aceite esencial de clavo, 5% de aceite esencial de canela de China, 25% de alcanfor, 8% de mentol, 1,43% de esencia de clavo y 13,7% de esencia de eucalipto

Tras la muerte del herborista, fueron sus propios hijos lo que decidieron empezar a comercializar el bálsamo. De esta manera, en 1909 ya estaba presente en otros países como Malasia, Hong Kong, China, Tailandia o Singapur, bajo el nombre de ’Tiger Balm’ (bálsamo de tigre, en español).

Con el paso del tiempo el bálsamo ha llegado a más de un centenar de países, donde se comercializa en grandes cantidades. Solo en Estados Unidos, el laboratorio de la farmacéutica Haw Par HealthCare Singapur, propietario y encargado de fabricar y distribuir este bálsamo, facturó cerca de 30 millones de dólares en ventas por este producto, según los datos recogidos por Statista. Si bien Haw Par es la ‘original’, son muchas las empresas que han creado su propia versión y la distribuyen en distintos países.

Beneficios del bálsamo de tigre

Los proveedores del bálsamo hacen mucho hincapié en la larga lista de beneficios y propiedades del producto, mientras que señalan que su eficacia radica principalmente en el modo de aplicación: para usarlo correctamente se recomienda frotar con movimientos circulares el área del cuerpo donde se siente la molestia y esperar hasta que aparezca una sensación de calor; tras esto suele aparecer una sensación de frescura que confirma que la aplicación ha surtido el efecto deseado. Se puede utilizar de dos a tres veces al día si fuese necesario.

Tal y como recoge la OCU, el bálsamo del tigre actúa “engañando” a las terminaciones nerviosas con sensaciones de enfriamiento y calentamiento, interrumpiendo las señales de dolor. No obstante, la organización de consumidores recuerda que a día de hoy los estudios sobre este ungüento y las evidencias sobre su eficacia todavía son bastante escasas, si bien sí indican que hay indicios de que estas pomadas podrían ser útiles para el tratamiento del dolor de cabeza por tensión y podrían ser capaces de aumentar el flujo sanguíneo de las piernas si se combinan con un masaje.

¿En qué casos nunca es recomendable usar este bálsamo?

Como muchos medicamentos, pomadas y aceites, su uso está desaconsejado en algunos casos:

  • Evitar su uso en niños menores de 6 años, mantener el bálsamo fuera de su alcance.

  • No usarlo en mucosas, como los ojos, la boca o el área genital.
  • No aplicarlo sobre piel irritada, heridas abiertas, llagas ni úlceras ya que podría empeorarlas.
  • No usarlo en caso de presentar alergia a alguno de sus componentes
  • Usarlo solo bajo la recomendación del médico en el caso de las mujeres embarazadas y lactantes, al desconocerse sus efectos adversos.