Hay ocasiones en las que el cáncer de mama no es operable, que la cirugía, como tratamiento, no es posible, por razones médicas. Es aquí, cuando la radiología ofrece una alternativa. Según apuntan los especialistas en mama de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM),las técnicas de ablación térmica guiadas por imagen son métodos de tratamiento efectivo del cáncer de mama para aquellas pacientes con riesgo quirúrgico o que por su avanzada edad no desean pasar por un quirófano y por las posibles complicaciones postoperatorias.

Según explican estos profesional de la radiología, "cada vez vivimos más años y es posible un diagnóstico de cáncer de mama a una avanzada edad, en la que quizás no es conveniente pasar por el quirófano, por lo que estas técnicas juegan un papel fundamental al ser mínimamente invasivas".

Actualmente, existen dos técnicas que despuntan y que difieren fundamentalmente en la temperatura que se aplica para destruir el tumor. Por un lado, la que utiliza frío (crioablación) y por otro, las microondas (termoablación) que utilizan calor.

"En España somos pioneros en la utilización de estas técnicas con éxito, entre sus ventajas destacan que se realizan de manera ambulatoria, incluso se pueden realizar en una de las visitas planificadas que ya tenga la paciente. Las complicaciones son prácticamente inexistentes y el control local de la enfermedad que ofrecen es excelente", afirma la Dra. Myriam Montes, especialista en la mama de la SERAM y del Hospital Clínico San Carlos y mamografía Ntra. Sra. del Rosario.

Termoablación

El mecanismo de acción de las microondas consiste en la aplicación de altas temperaturas en la zona tumoral gracias a la energía que se aplica con microondas electromagnéticas. Una de las ventajas de la técnica es su rapidez, ya que consigue una ablación muy precisa, respetando el tejido sano, en menos de 5 minutos.

El procedimiento es muy seguro, ya que en todo momento se visualiza el procedimiento en tiempo real por ecografía. Requiere anestesia local pero similar a cuando realizamos una biopsia mamaria y se realiza en la misma sala de la ecografía.

"Los radiólogos de mama, al tener ya amplia experiencia en biopsias percutáneas, somos capaces de realizar el procedimiento de introducción de la aguja en el tumor guiados por la ecografía con total precisión", explica la doctora.

Además, señala que "cuando tras el procedimiento preguntamos a la paciente como se encuentra, la frase más repetida es '¿Me puedo ir a comer ya con mis hijos?'. Lo que nos da una idea de lo rápido que la paciente se puede incorporar a su vida habitual. Es muy satisfactorio poder ofrecer una solución tan poco invasiva, que permite buen control de la enfermedad local, junto al tratamiento médico, y por supuesto, con magníficos resultados cosméticos".

Crioablación

El mecanismo de acción de la crioablación es el frío. La ventaja de la crioablación es que no duele ya que el frío produce analgesia (requiere solo anestesia local en la piel) y es inocua, no tiene complicaciones graves.

La intervención es ambulatoria, similar a una punción de mama. La paciente acude al Servicio de Radiología (no hace falta guardar el ayuno). El Radiólogo realiza el procedimiento con guía ecográfica e introduce la aguja en el interior del tumor. La aguja genera un frío extremo (oscila entre los -180º y los -120º) que destruye el tumor por congelación (en la zona cercana a la aguja) o por fenómenos osmóticos (en la zona más alejada a la aguja). La intervención suele durar 30 minutos y después el paciente puede irse de alta.

Según el Dr. José María Oliver Goldaracena, miembro de la SERAM y jefe de sección de mama del servicio de Radiodiagnóstico del hospital La Paz en Madrid, "la crioablación presenta unas tasas de control local de la enfermedad muy altas, alrededor del 95%".

"Estos buenos resultados apuntan a que en un futuro próximo podría sustituir al tratamiento quirúrgico del cáncer de mama en el grupo de pacientes en los que no está indicada la cirugía axilar de estadificación (la mayoría pacientes ancianas en la década de los 80, pacientes con comorbilidades en las que no está indicada la cirugía o pacientes con tumores muy pequeños de bajo grado)", concluye el experto.