El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), a través de la Vocalía Nacional de Alimentación y la Editorial Médica Panamericana, ha lanzado una nueva guía dirigida a profesionales sanitarios sobre 'Interacciones entre alimentos y medicamentos' (IAM), por ejemplo, los que se usan para tratar la diabetes, la hipertensión o los problemas del sistema nervioso, entre otros.

Se trata de un manual que tiene como objetivo servir de referencia para profesionales. Con esta guía podrán conocer las interacciones que se dan entre alimentos y medicamentos y las recomendaciones dietéticas que deberán seguir los profesionales de la salud con sus pacientes.

La realidad es que las IAM no se detectan con tanta facilidad como las interacciones entre unos medicamentos y otros, aunque su frecuencia es mucho mayor, al ser costumbre arraigada tomar los medicamentos con las comidas.

Sin embargo, los farmacéuticos señalan que estas interacciones no siempre son importantes, ya que existen otros factores como las características propias de los medicamentos (margen terapéutico, formulación, vía de administración, etc.) y del propio paciente (edad, sexo, función hepática o renal, enfermedades concomitantes, etc.) que pueden agravar las posibles consecuencias de una interacción.

Algunos ejemplos

En la guía explican, por ejemplo, que algunas infusiones o complementos alimenticios pueden presentar interacciones con medicamentos dependiendo de su composición.

Uno de los casos frecuentes es la metformina, usada con frecuencia en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, que debe acompañarse con una dieta poco grasa y calórica. De lo contrario se incrementan los efectos adversos gastrointestinales.

Otro ejemplo es el de la levotiroxina sódica para el tratamiento del hipotiroidismo, que se debe tomar en ayunas y evitando alimentos ricos en fibra, soja y sus derivados, café y zumos de frutas.

Otro es el consumo de alimentos ricos en tiramina como los quesos curados, bebidas fermentadas y tofu, que pueden provocar crisis hipertensivas conocidas como "reacción al ques" en los pacientes tratados con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).

También es el caso del zumo de pomelo, el regaliz y alimentos ricos en potasio que deben consumirse de forma separada siempre de los antihipertensivos como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), por ejemplo.