Un estudio publicado en la revista ‘Hypertension’, de American Heart Association, revela una verdad alarmante para los amantes de la siesta. Resulta que los adultos que toman siestas frecuentemente pueden tener un 12% más de probabilidades de desarrollar hipertensión y 24% un ictus (accidente cerebrovascular). El estudio realizado a lo largo de más de 15 años desveló estas conclusiones preocupantes para la salud.

El estudio fue realizado por investigadores en China que tomaron los datos de UK Biobank. Esta plataforma les proporcionó datos anónimos sobre la genética, estilo de vida y otras informaciones de más de 500.000 personas. Sin embargo, en el estudio se utilizaron los datos de alrededor de 360.000 británicos con edades comprendidas entre 40 y 69. Descartando a aquellos que tuvieran problemas de tensión o un ictus con anterioridad. Los participantes les proveyeron exámenes de orina, saliva y sangre regularmente. Además, los investigadores les preguntaron sobre sus hábitos de siesta 4 veces entre el 2006 y el 2019. La métrica que utilizaron tenía una escala de “nunca/rara vez”, “a veces” y “usualmente”.

Esto no quiere decir que tomar la siesta sea mala en sí misma. El problema radica en que la mayoría de las personas que lo hacen no duermen bien por las noches. Es un mito el creer que dormir las siestas nos hará recuperar horas de sueño perdidas. De hecho, dormir las horas necesarias es tan importante porque nos ayuda a tener una mejor salud cardiovascular. Y es que dormir mal no solo afecta a nuestro corazón; Shirley Cramer, directora ejecutiva de la Real Sociedad de Salud Pública, le comentó a la BBC que dormir poco aumenta los riesgos de padecer cáncer, diabetes y depresión.

Otro descubrimiento interesante de este estudio es el perfil de aquellos que más duermen la siesta: hombres de niveles educativos y de ingresos bajos. Estos hombres además suelen fumar cigarrillos y beber alcohol diariamente, tienen insomnio, roncan, y son más activos por las tardes. Y un tercer descubrimiento es que si las personas aumentaban por una categoría la frecuencia de las siestas (de “nunca” a “a veces”, por ejemplo) los riesgos de tensión alta aumentaban un 40%.

La American Health Association realizó una lista de cosas que puedes hacer para tener unas condiciones de tu corazón óptimas:

  • Tener una dieta equilibrada: muchas frutas, vegetales, frutos secos y legumbres, granos, lácteos bajos en grasa. Además de consumo bajo de sodio, carnes rojas o procesada y bebidas endulzadas
  • Realizar actividad física: 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa
  • Evitar la exposición a la nicotina en todas sus presentaciones (cigarrillos convencionales, electrónicos o vapeadores)
  • Dormir las horas adecuadas: 7-9 en adultos
  • Tener un buen índice de masa corporal: los índices de 18.5–24.9 son los más asociados con problemas cardiovasculares
  • Mantener el colesterol bajo: el HDL es la excepción al ser el “colesterol bueno”.
  • Vigilar la glucosa en la sangre
  • Vigilar la tensión: niveles inferiores a 120/80 mm Hg son los óptimos