Javier Gimeno ha escrito una carta al papa Francisco
pidiéndole que interceda en la Cofradía de la Virgen de Lledó para que no se
vuelva a discriminar a los gays: "Algo hay que cambiar, que la vida ha
evolucionado y estamos en el 2017".
Javier, que era aspirante a un puesto directivo de la
cofradía tras 13 años allí, fue vetado por estar casado con un hombre: "Tanto
los casados civilmente, como los divorciados, separados, etc. no pueden estar tampoco
y están".
El Ayuntamiento de Castellón, que aún está a la espera de una
explicación del Obispado, está estudiando retirar la subvención de 4.000 euros
que anualmente recibe la cofradía. "No vamos a financiar entidades que
discriminen por orientación sexual", explica Enric Porcar, concejal de Ermitas
de Castellón.
La Cofradía insiste en que la condición sexual de Javier no
ha tenido nada que ver en el veto, sino únicamente el hecho de su "matrimonio
irregular". Aunque algunos fieles no creen que el asunto sea para tanto, varios
cofrades están indignados por la aplicación tan estricta del derecho canónico
para este caso particular. "Dentro de la Junta de Gobierno, actualmente y en
otros años ha pertenecido gente que no está casada por la iglesia", señala Rubén
Peña, cofrade.
Javier ya se ha dado de baja de la cofradía pero mantiene
viva su fe. Por eso pide que la iglesia abra los ojos a las nuevas formas de
familia para evitar más discriminaciones.