Vuelve el Orgullo. Hemos pasado de los balcones del 2020 a los tacones con restricciones del 2021. Aunque esta semana, la más colorida y reivindicativa del año, sigue sin ser como fue prepandemia. Y eso, tiene un precio.

Hay pérdidas. En 2019, el Orgullo generó 150 millones de euros y atrajo a 700.000 turistas entre los nacionales y los internacionales. Este año, con aforos en el interior y la tradicional marcha sin carrozas, se espera a la mitad.

Se calcula que en ediciones prepandemia, las reservas estarían en torno al 87% de ocupación durante los días del evento, llegando al 90% durante el fin de semana y en muchos casos al 100% en la almendra central. Cada uno de esos huéspedes se gastaban de media unos 500 euros entre alojamientos, traslados, restauración, ocio y compras.

Pero aunque no sea lo mismo, el sentimiento sigue igual en este colorido, y no por ello fácil, camino hacia la igualdad.