Jaime, un niño de seis años que nació sin la mano derecha, está muy contento con su nueva prótesis. Se llama 'SuperGiz', y está fabricada con una impresora 3D. Este producto es único en el mundo. Cuenta con gadgets intercambiables adaptados para las necesidades de los niños. Por ejemplo, para recoger y tirar una pelota, que es el que más le gusta a Jaime.

Pero también se puede utilizar para beber agua o usar un tenedor, tareas cotidianas que para estos niños a veces resultan complicadas. "Hay cosas que nunca van a poder hacer y gracias a esta prótesis pueden hacerlo como cualquiera",comenta Irene Agundes, madre de Jaime.

'SuperGiz' se irá renovando con nuevos gadgets según las necesidades de los más pequeños. "A mi me gustaría para poder escalar". Es un proyecto con código abierto y con un fin social. "Les sirven un montón porque de repente todo el mundo les mira y les mola mucho lo que llevan", comenta el padre de uno de los niños.

'SuperGiz' es diferente de otras prótesis; también en el precio. "Hablamos, por ejemplo, de una prótesis estética que suele estar entre los 3.000 y 4.000 euros, la 'SuperGiz' puede rondar los 400-500 euros". Es un proyecto que abre una ventana al futuro.