PARQUES NATURALES DE ANDALUCÍA
Sierra de Andújar, la guarida del lince ibérico
Viajamos hasta este rincón privilegiado de la sierra jiennense, en el que el lince ha comenzado una nueva aventura a salvo de cazadores. Una escapada al corazón de Sierra Morena en el que aprender sobre naturaleza y los tesoros que alberga.
Publicidad
El Parque Natural Sierra de Andújar fue declarado como tal en el año 1989 y es actualmente el representante mejor conservado del bosque mediterráneo y un reducto privilegiado para una gran representación de animales, muchos de ellos en peligro de extinción y que encuentran aquí su último refugio. Uno de ellos es el lince ibérico, lo que lo ha convertido en uno de los rincones naturales de mayor biodiversidad de la Península.
Se encuentra en pleno corazón de Sierra Morena, en la zona más noroccidental de la provincia de Jaén. Presenta un paisaje típicamente serrano y existen innumerables rutas para apreciar el paisaje de este parque pero vamos a señalar dos, cuya dificultad es baja y son ideales para hacer en familia. La del Santuario, con 1,6 km de longitud y una duración de 40 minutos, nos permitirá apreciar el relieve de media montaña con pendientes moderadas y observar pinares, monte mediterráneo, dehesas de encinas y alcornoques y tierras de labor, hasta llegar al popular Santuario sobre el cerro del Cabezo. La del Jabalí-Encinarejo, con una longitud de 3,6 km y una duración de hora y cuarto, será perfecta para observarel relieve de media montaña, con pendientes moderadas, afloramiento de bolos graníticos (muy característicos de la zona), monte mediterráneo, dehesas y pinares.
Entre las especies animales que pueblan este Parque Natural encontraremos el ciervo rojo, el gamo, el jabalí, el muflón, la cabra montesa, el lobo ibérico, el águila imperial, el águila real, el buitre negro y, cómo no, el lince ibérico. Este último está en grave peligro de extinción y es especie protegida desde el año 1966. Sólo existen dos zonas viables y consolidadas para el desarrollo y la proliferación de esta especie: Doñana y el Parque Natural de Sierra de Andújar, siendo este último donde se encuentra el mayor núcleo de población.
Existen además visitas guiadas para poder ver a este rey de los bosques mediterráneos; se realizan con grupos muy reducidos y la duración de la actividad es de una jornada completa, con desplazamientos en todoterreno y andando por distintos lugares (públicos y privados) de la Sierra de Andújar. Durante la época del celo del lince es cuando podemos apreciar su naturaleza salvaje más impactante.
Cuatro municipios forman este enclave natural: Villanueva de la Reina, Marmolejo, Baños de la Encina y Andújar. Todos estos enclaves son imprescindibles para conocer un pueblo serrano y disfrutar de su gastronomía y tradiciones típicas. Una de las virtudes de Villanueva de la Reina es su enclave privilegiado, cercada por el rio Guadalquivir y la campiña norte de Jaén. Posee monumentos reseñables como la iglesia de la Natividad de siglo XV, y cuenta con una capilla mudéjar del siglo XII. Se puede ver también una prensa de torre (molino de aceite) que recorre la línea del Guadalquivir a su paso por el casco urbano. Son dignas de mención las cuevas de Lituergo, de las que hay aproximadamente cincuenta; se desconoce su datación exacta pero se han encontrado restos arqueológicos de la época romana y fueros usadas incluso después de la guerra civil española por muchas familias.
La parte norte de Marmolejo se encuentra dentro del Parque Natural de Sierra de Andújar, mientras que la zona sur está dedicada a cultivos, fundamentalmente el olivo, producto imprescindible en Jaén. Destaca en su patrimonio monumental la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, del siglo XIV, y el puente renacentista, formado por 7 arcos de medio punto y que se construyó entre 1550 y 1587. De Baños de la Encina, declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1969, destacan los bonitos palacetes de su interior y su impresionante castillo.
En Andújar ya se conocen restos antiguos desde el Paleolítico, ocupada por los íberos y conquistada más tarde por los romanos. Destacan entre sus monumentos el Real Santuario de la Virgen de la Cabeza, la iglesia de San Bartolomé, la muralla urbana o el Puente Romano.
En cualquiera de estos pueblos podemos degustar los productos de la gastronomía local, que por supuesto incluyen caza: jabalí, ciervo, perdiz... aderezada con especias típicas de la zona como el azafrán y el pimentón, y todo cocinado con aceite de oliva -no en vano Jaén es uno de los mayores productores de España-. También son típicos el salmorejo, el ajoblanco o la alboronía (especie de pisto con berenjena, tomate, pimiento, calabacín y guisantes), el flamenquín y, cómo no, el dulce por excelencia: el pestiño.
Este es un viaje que tiene de todo: rutas en un paisaje exponente principal de la serranía mediterránea, avistamiento de animales en libertad, algunos de ellos en grave peligro de extinción, cultivos de olivares, pueblos primorosos del norte de Jaén y una gastronomía aderezada con el mejor aceite de oliva. Un propuesta estupenda para pasar unas jornadas en familia.
Más información:
Turismo de Jaén
Turismo de Andalucía
Publicidad