España
5 playas para enamorarse de La Gomera
La isla con una flora y fauna autóctona más interesante también tiene playas únicas, con arena volcánica y entre acantilados.
Publicidad
La isla de La Gomera destaca por ser uno de los rincones naturales más extraordinarios de las Canarias. Su interior es fascinante (hogar del Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1986 por la Unesco), pero también su costa, más de 90 kilómetros en el que se pueden encontrar decenas de calas y playas entre espectaculares acantilados. En ellas, aguas cristalinas contrastan con arenas negras para regalarnos un baño diferente. De forma casi circular, no hay rincón de la isla que no tenga una cala que no merezca la pena, por lo que no importará qué punto cardinal elijamos para nuestro descanso. Ya sea en Vallehermoso, en Alajeró o en San Sebastián, por citar solo tres municipios, de bolos o de arena, hay donde elegir. Y lo habitual es que, salvo excepciones como la playa de San Marcos o la de Vallehermoso, el oleaje sea tranquilo, por lo que es un destino perfecto para ir en familia. Su herencia volcánica es palpable en cada rincón del litoral. Ahora no hay riesgos, pues las últimas erupciones se produjeron hace unos dos millones de años, pero su presencia es patente. La erosión del agua ha trazado muchos barrancos y acantilados. Se puede comprobar en espacios naturales protegidos como el de Los Órganos, al norte de la isla. Una gran alternativa como excursión si se quiere complementar playa con naturaleza. En La Gomera, como en pocos sitios, esto es mucho más que una opción: es gozar de experiencias que solo allí se pueden obtener, gracias a la particular flora y fauna endémica. Imposible perdérselo.
Publicidad