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España

A Mariña Lucense, un paraíso natural de bosque y mar

La costa cantábrica gallega esconde rincones que son Reserva de la Biosfera para la UNESCO.

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A Mariña Lucense en su costa, el trozo de Galicia que toca Cantábrico y Asturias dejando el oeste atrás para mirar al norte, es un destino rural de mar y verano, sorprendente por su belleza natural que esconde tesoros reconocidos como Reserva de la Biosfera. La Ría de O Barqueiro, una de las más pequeñas de la recortada costa gallega, marca el principio de A Mariña Lucense, junto al Cabo de Estaca de Bares que marca a su vez el punto más al norte de la península además de ser un soberbio observatorio de aves; frente a este trozo de costa vemos una isla, Isla Coelleira, en la que descubrimos un antiguo castillo templario que sirve de refugio a las aves que observábamos desde Estaca de Bares. El final, o principio según por donde comencemos viaje, de A Mariña Lucense lo pone Ribadeo, diciendo adiós a Galicia y saludando a Asturias desde una playa como una catedral. La Playa de las Catedrales es un monumento natural digno de ser visto tanto en las horas de marea baja para poder pasearlo, como en las de marea alta para entender cómo el mar talló la roca de un modo tan artístico y sorprendente. El momento ideal para echarse esta playa al cuerpo es el atardecer que se acompaña de marea baja y mar traquilo porque en esos momentos la luz hace si cabe más grandioso el monumento de piedra que se compone de arcos entre arcos, paredes de pizarra y arbotantes de hasta 30 metros de alto. Entre la Ría de O Barqueiro y la de Ribadeo va un mundo de bosque y mar que nos lleva a conocer espacios naturales como los dos que son Reserva de la Biosfera: Terras do Miño y el Río Eo, Oscos e Terras de Bourón y pueblos marineros además dedos bellas rías, la de Viviero y la de Foz.Terras do Miño ocupa gran parte de la provincia de Lugo, desde el sur de A Mariña Lucense que visitamos hoy, hasta pasada la ciudad de Lugo y sus murallas romanas, patrimonio de la Humanidad, pasando antes por el lugar del nacimiento del río Miño. Pero esto es ya el interior de Lugo más que su costa cantábrica. El Río Eo, en cambio, está tan en el cantábrico que desemboca en él a través de la ría de Ribadeo; Son catorce los ayuntamientos que conforman la reserva de la biosfera del Río Eo, Oscos e Terras de Bourón, siete asturianos y siete gallegos de los que tres están ubicados en A Mariña Lucense, los de Ribadeo, Trabada y A Pontenova; el río Eo, hogar del salmón, es el protagonista de este parque natural, sus 80 kilómetros de la montaña al mar son todo un espectáculo a disfrutar desde los diferentes puentes y pasarelas que lo adornan. El bosque de Carballido y la Fraga del río Reigadas ponen el monte verde en esta reserva natural. Entre la Ría de O Barqueiro y la de Ribadeo que marcan principio y fin de la costa de A Mariña Lucense, nos encontramos con dos rías más, a cada cual más bella e interesante: la de Vivero y la de Foz. La Ría de Vivero esconde calas bellísimas de arena blanca y es además un destino más que interesante para los amantes del submarinismo porque, además de su particular fauna y flora, conserva más de 30 naves hundidas bajo sus aguas, la mayor parte de estos naufragios datan de la guerra de la independencia y una cruenta batalla librada en estas aguas. La Ría de Foz es también muy recomendable como destino natural y de aventura, sobre todo en verano; el río Masma luce sus casi 50 kilómetros que, como sucede con el Eo, se convierten en lugar de pesca del salmón cuando es temporada. La ría de Foz, antiguo puerto ballenero, es un paraíso natural para las aves y para los amantes de los deportes náuticos: surf, windsurf, kite, piragüismo y vela llenan de vida la ría. A Mariña Lucense, un destino que parece hablar para decirte... que no pierdas el norte.

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