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España

La magia de las aguas de Mondariz

Desde 1873, Mondariz es una de las mejores villas termales europeas

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Galicia mira al mar, pero no pierde de vista la montaña. Su extensión esta bañada por numerosos ríos que, a veces serpenteantes y en ocasiones a gran velocidad, realizan sus últimos kilómetros de recorrido para llegar a su destino final. Hay quien incluso la denomina la Tierra del Agua y es que, el punto más noroeste de la península tiene una gran riqueza líquida y una extensa tradición mineromedicinal. El Balneario de Mondariz nació a mediados del siglo XIX, en el año 1873, aunque sus  aguas no eran desconocidas hasta entonces. Los romanos ya habían descubierto sus propiedades y, tras observar las burbujas de gas carbónico que el río Tea producía en sus orillas, decidieron bautizar la localidad con el nombre de Búrbida. Durante la Belle Epoque, la villa termal de Mondariz atrajo a personajes nacionales tales como Isaac Peral, Miguel Primo de Rivera, Isabel de Borbón e internacionales como John Rockefeller II o el sultán Muley Haffid. Pero, ¿qué tenían las aguas de Mondariz para ser tan atractivas?. Sus propietarios por aquel entonces, los hermanos Enrique y Ramón Peinador, descubrieron que eran altamente beneficiosas para paliar los efectos de enfermedades como la diabetes, la anemia, las piedras en el riñón o los problemas y afecciones de la piel. De ahí que en 1880 edificaran la primera casa de baños y dos décadas después el Gran Hotel, que se convertiría en uno de los mejores balnearios de todo Europa junto con los conocidos Baden-Baden de Alemania y Bath de Londres. A día de hoy, las aguas en las que nos podemos sumergir dentro de sus instalaciones provienen de tres manantiales, los más conocidos son la Fuente de Troncoso y la Fuente de Gándara. Sus propiedades se han mantenido intactas con el paso del tiempo y la forma de disfrutar de ellas es más variada que nunca. Desde su agua embotellada, que podemos beber en la mesa de casi cualquier restaurante, hasta los numerosos tratamientos que ofrece el reformado y moderno Balneario de Mondariz. El exterior de sus edificios no ha cambiado prácticamente desde hace más de un siglo, sus muros de piedra y sus bóvedas acristaladas nos recuerdan a los relatos en los que Emilia Pardo Bazán, José Echegaray o Galdós retrataron este templo casi medicinal como un epicentro de la vida cultural española. Actualmente el Balneario de Mondariz se encuentra en el municipio más pequeño de todo el país, con tan solo una superficie de 2,4 kilómetros cuadrados, y se divide en varios espacios. Por un lado, el acogedor hotel de cuatro estrellas junto con los restaurantes en los que se degusta la gastronomía típica gallega y también la italiana. El Palacio del Agua, un SPA de 3.000 metros cuadrados y el Balneario, un área termal con circuitos inspirados en las instalaciones celtas y en el que se realizan tratamientos de salud, belleza y relax. Además cuentan con una línea de cosmética natural propia para poder disfrutar de los beneficios de sus aguas en casa y de Mondariz Kids, unas instalaciones para que los más pequeños de la familia disfruten de las termas. El entorno ofrece numerosas posibilidades para realizar actividades de exterior. A su lado, un campo de golf de 18 hoyos que conquistará a los amantes de este deporte, bodegas en las que se pueden hacer visitas guiadas y probar el Albariño y una naturaleza incomparable para organizar rutas de senderismo o recorridos en bicicleta. 

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