Los diablos toman Lleida en la gran noche del Bestiario

Los últimos estertores de la cosecha, que suponen el punto final de la temporada, terminaron desembocando en algo muy peculiar. Fue así como arraigaron en Lleida las fiestas del que se puede considerar el segundo patrón de la ciudad, San Miguel, que se celebra este 29 de septiembre. Se trata de una festividad que empezó siendo una feria agraria y se ha convertido en una de las fiestas mayores de la región.

En realidad, el carácter agrario de la festividad se mantiene, y está presente en muchos lugares. El principal, en el recinto ferial de los Campos Elíseos, que sigue representando el verdadero significado de la festividad de San Miguel, al acoger año tras año la exposición de maquinaria agrícola.

Y es que estamos hablando de las fiestas de San Miguel, pero en realidad estos festejos, que este año se celebran del 25 al 29 de septiembre, reciben otro nombre bien diferente. Son conocidos como las 'Festes de la Tardor' o 'Fiestas de Otoño', y los leridanos dan la bienvenida con fuego y destacados espectáculos pirotécnicos a la estación que tiñe nuestros paisajes de ocre.

La gran noche del Bestiario reúne la mejor imaginería catalana, encabezada por 'Lo Marraco', que es como se conoce al dragón local. A esta bestia surgida de la imaginación de los leridanos le acompañan escuadras de diablos que recorren las calles de la ciudad en un 'correfocs' que tiene lugar en la avenida de Blondel, una de las vías principales. Hay tanta pirotecnia que se recomienda acudir protegido para evitar que terminemos dañados por algún chispazo inoportuno.

Además, tienen un marcado carácter cultural. Conviven en armonía una sólida oferta musical y teatral junto con actuaciones propias del folclore y de la tradición local. Es habitual ver a la gente bailar sardanas, realizar bailes de bastones y contonearse al ritmo de sugerentes habaneras.

Es también muy recomendable aprovechar las fiestas para realizar visitas culturales y descubrir el patrimonio que nos puede ofrecer Lleida. Durante estos días suelen realizarse rutas guiadas gratuitas que incluyen museos, la catedral, iglesias y otros monumentos.

Sin duda, es una oportunidad de oro para visitar la catedral de la Seu Vella, el monumento más emblemático de la ciudad. Fue construida sobre un cerro desde donde se divisa no sólo la urbe, sino también gran parte de la llanura de la comarca del Segrià. Según los historiadores, se levantó en el lugar donde se alzaba una mezquita musulmana y la construcción se prolongó durante más de dos siglos, iniciándose en el año 1203 y siendo terminada en 1431.

También es un buen momento para perderse por 'la Lleida secreta', una ruta diseñada por Turismo de Lleida que permite conocer vestigios romanos y medievales de la antigua ciudad. Y si lo tuyo es la naturaleza, no te preocupes, la capital catalana cuenta con varios espacios naturales de gran valor ecológico: la huerta leridana, que conforma un enorme cinturón verde que rodea la ciudad; el parque del río, desde donde podremos contemplar la parte más noble de la ciudad: el edificio del Monte Pío, el Casino Principal, el Museo Jaume Morera, la Casa Melcior, la fachada neoclásica de Paeria... No podemos olvidarnos tampoco de los jardines de los Campos Elíseos ni de la Mitjana, una sorprendente área natural de 90 hectáreas donde crece un frondoso bosque de ribera formado por chopos, álamos, alisos y fresnos .

Ya huele a otoño, el calor está dejando paso a temperaturas más suaves, el verde cede terreno a los colores pardos y en Lleida saben cómo dar la bienvenida a la estación que, sin sonrojo alguno, va desnudando lentamente año tras año los árboles. Del 25 al 29 de septiembre da rienda suelta a tu lado más pícaro y déjate imbuir del espíritu de los diablos y los 'correfocs'. Da la bienvenida al otoño, pero ten cuidado, no vayas a terminar quemado por una bocanada de fuego de 'Lo Marraco'.

Más información:
Ayuntamiento de Lleida
Turismo de Cataluña
Turismo de Lleida