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PLANES DE NATURALEZA

10 bosques españoles a los que escaparse el día de Año Nuevo

El invierno ha comenzado tan suave que permite hacer senderismo por caminos poco transitados, disfrutar de las primeras noches de heladas, ríos que se llenan con las primeras lluvias... Es momento de escaparse a estos 10 bosques.

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1. Selva de Irati (Navarra). Hayas y abetos se dan cita en este rincón navarro que muchos dicen que parece el escenario de un cuento de hadas. Es uno de los más importantes de Europa y, además, es el hogar de especies en peligro de extinción como el pájaro carpintero o el pito negro. Destaca la buena conservación y estado del bosque, incluso siendo explotado forestalmente desde el siglo XVI.

2. Parque Natural Saja-Besaya (Cantabria). Pocos bosques pueden compararse a este que flanquean los dos ríos que bautizan el mismo. Hay varias rutas que permiten recorrerlo, como la del valle del Arroyo del Diablo o la que va de Ozcaba a Bárcena Mayor. Lo mejor es ver cómo todo se quedó ralo tras el otoño, y todo ello mientras nos observan corzos, ciervos, jabalíes e incluso lobos.

3. Tejedelo de Requejo (Zamora). El porcentaje de zona boscosa de Castilla y León supera la media europea con creces. Allí se encuentra un árbol único y escaso: el tejo. Es un árbol milenario y nada como conocerlo en este bosque zamorano, dentro del Parque Natural Lago Sanabria. Cuenta con su propio sendero interpretativo, por lo que el plan de senderismo es de lo más completo.

4. Los Cameros (La Rioja). Donde nace el queso más emblemático de la región es tierra de transhumancia, pero también de bosques. Dentro del Sistema Ibérico, en el Parque Natural de la Sierra de Cebollera, este bosque se ha recuperado para el disfrute de amantes de la naturaleza. Tiene formaciones glaciares y grandes pinares, hayedos... Pero también abedules, robles, rebollos...

5. Reserva de Muniellos (Asturias). Nada más partir del centro de recepción de Tablizas, sabemos que no estamos ante un bosque más. Situado en el extremo suroccidental de Asturias, ocupa más de 2.600 hectáreas y se trata de uno de los robledales más bellos del norte de España, aunque también hay tejos, acebos, hayas y abedules. Lo mejor es acabar en sus lagunas, todo un espectáculo.

6. Hayedo de Montejo (Madrid). A alrededor de 94 km. de la capital, es un bosque especial porque hay que obtener un permiso para visitarlo (que se puede conseguir en el Centro de Recursos de Montejo de la Sierra). Estamos cerca del nacimiento del río Jarama y nos esperan sendas de árboles centenarios, donde las hayas son las estrellas, y en donde la fauna, zorros, corzos y jabalíes, vive tranquilamente,

7. Sierra de Andújar (Jaén). En pleno corazón de Sierra Morena, estamos en uno de los más representativos bosques mediterráneos de Andalucía. No solo se encuentra allí el lince ibérico, sino que también es un importante lugar para pescadores. La vegetación predominante está formada por encinares y alcornocales adehesados y algunos quejigares en las zonas de mayor altitud.

8. Bosque del Caurel (Lugo). En el suroeste de Lujo encontramos uno de los bosques más verdes y bellos de la ya por sí verde Galicia. Es un bosque autóctono donde destaca el castaño, pero también los acebos o las hayas, además de orquídeas salvajes e incluso algún olivo. Una de las mayores biodiversidades de la península y zona de cría de la trucha blanca.

9. Bosques del Ambroz (Cáceres). El Valle del Ambroz, en el norte de la provincia de Cáceres, se transforma cada estación con una belleza sin igual. Su bosque de castaños, robles, alisos, chopos, olivos, encinas y alcornoques ofrece una gama de colores que mezcla verdes, rojos, marrones, amarillos... Todo un espectáculo en las faldas de las montañas de Gredos.

10. Hayedo de Santa Fe (Barcelona). El macizo del Montseny tiene en el hayedo de Santa Fe uno de los pulmones de Cataluña. La villa de Fogars de Montclús es la que nos sirve de referente para adentrarnos en un bosque donde también hay pinos y encinas, robles y alcornoques (los hayedos, a partir de los 1.000 metros). La biodiversidad de flora es excepcional y digna de un largo paseo.

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