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Europa

Uno de los pueblos más bellos de Francia

Vivir bajo un acantailado en La Roque-Gageac

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Situado en la región de Aquitania, en el departamento de Dordoña en Francia, La Roque Gageac, es un pueblo mágico y pintoresco, un destino que no debes perderte. Al pie de un acantilado, a orillas del río Dordoña, este pequeño y encantador pueblo francés, con sus casas de color amarillo dorado, es uno de los pueblos más bonitos de Europa. Construido sobre un acantilado, solo su calle principal puede recorrerse en coche. La Iglesia de los siglos XVI y XVII encaramada sobre el acantilado, un fuerte troglodítico, las vistas sobre el río y su exótico jardín alrededor de la iglesia, son parte de las maravillas que nos esperan en este pueblo vertical. Explorarlo es subir senderos estrechos, empinados y serpenteantes adosados al acantilado, y pasear entre casas medievales de piedra que parecen parte de la roca. Su edificio más notable es el Chateau de la Malartrie, pero también uno de los de más reciente construcción. Aunque la mayoría de las casas en La Roque están situadas a lo largo del río, también hay algunas de la época medieval que están construidas por la colina y sobre los acantilados. La mejor manera de disfrutar del entorno y observar estas peculiares construcciones es hacerlo desde el río. Por el tranquilo Dordoña, hay unas barcazas, las célebres gabarras, barcos tradicionales de fondo plano, en los que antiguamente se transportaba madera, hierro y vino. No dejes de embarcar en una de ellas para conocer otros pueblos del valle como Domme o Beynac-et-Cazenac. Los cruceros parten de distintos puntos a lo largo del río Dordogne. Pero la construcción más fascinante de La Roque Gageac es la fortaleza troglodita que se encuentra en los acantilados a más de 40 metros sobre el pueblo. Es el vestigio más importante de su historia. La fuerte posición defensiva de la localidad, que data del Siglo XII, se siguió utilizando hasta bien entrado el Siglo XVII. Este sofisticado sistema defensivo tuvo la distinción de ser imposible de escalar por los invasores debido a la pared vertical del acantilado. Incluso durante la guerra de 100 años, la fortaleza permaneció impasible. No dejes de visitar esta fortaleza histórica. Se sube a través de una escalera empinada adosada al acantilado. Justo debajo de esta histórica fortaleza, se encuentra uno de los edificios más impresionantes de La Roque-Gageac, Manoir de Tarde, con sus torres y ventanas de parteluz redondas. La mansión pertenecía a Jean Tarde, natural de Vitrac, famoso humanista y botánico, que trajo el primer telescopio a la región, un telescopio que le regaló su amigo Galileo y que le permitió apoyar las teorías de Copérnico, demostrando que los astros giran alrededor del sol. En el años 1957, La Roque Gageac, sufrió un grave percance al caer un bloque de roca que se separó del acantilado y cayó sobre el pueblo. Varias personas murieron y la carretera quedó cortada durante años. También a lo largo de sus historia ha sufrido graves inundaciones, aún se pueden ver las marcas de hasta donde llegó el nivel del agua. Reconstruida de nuevo, esta pequeña población vuelve a enamorar a los que se acercan. Su encanto sigue intacto y sigue manteniendo a día de hoy el título de uno de "Los pueblos más bonitos de Francia"

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