Los secretos de la Torre Eiffel, en la palma de la mano

Con 300 metros de alto, la Torre Eiffel domina París desde que se levantara en los Campos de Marte allá por 1889. El ingeniero francés Gustave Eiffel se encargó de dirigir la construcción de una original estructura de hierro diseñada por Maurice Koechlin y Émile Nouguier, que no podían imaginar que su revolucionaria propuesta para la Exposición Universal de aquel año sería, más de un siglo después, el monumento que cobra entrada más visitado del mundo, superando los 7 millones de visitas anuales.

Si hay algo por lo que destaca la Torre Eiffel es por su continua adaptación a los tiempos y su transformación paulatina sin descanso. Así, ahora es posible gozar de un suelo transparente en la nueva primera planta del edificio, que se ha convertido en uno de los lugares más espectaculares y atractivos de París, con un horario que se extiende hasta las 23.00 h. y que permite dominar, de un vistazo, toda la capital.

Claro que es la segunda planta la que sigue siendo el mejor mirador para tomar fotos y asombrarse con el perfecto urbanismo de los barrios que rodean el Trocadero. Merecerán la pena esos 704 peldaños que habrán tenido que subir los que se decidan a llegar a esta base a pie (es tan espectacular subir como bajar), justo antes de tomar los ascensores a la cima, donde nos espera un bar con champán siempre frío y a punto del descorche (la copa cuesta a partir de 12 €).

Claro que todo esto ya lo sabrán aquellos que se hagan con las aplicaciones oficiales que ha creado la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel, organismo que se encarga de la gestión del monumento y que permite una visita guiada completa de la torre, gozar de vistas en directo y alta definición de 360 grados y conocer todo tipo de secretos del símbolo de París.

Por ejemplo, que solo iba a mantenerse en pie 20 años, pues fue creada para conmemorar el centenario de la Revolución Francesa, junto a la Exposición en sí, un plan que fue posteriormente descartado. O que en la década de los ‘felices años 20’, toda la estructura se convirtió en el reclamo publicitario más grande del mundo, siendo el marco de un luminoso gigante de la firma automovilística Citroën.

Claro que para records, el del edificio en sí, que fue el más alto de la ciudad durante mucho tiempo, a pesar de que los franceses lo odiaran en un principio (especialmente si tenemos en cuenta que estuvo pintado de amarillo en su inauguración), considerándola un ‘monstruo’ que ‘apenas’ necesitó de dos años, dos meses y cinco días para ser terminada. Todo cambiaría con el tiempo. Especialmente gracias a episodios como el de la Batalle del Marne, en 1914, durante la Primera Guerra Mundial, en el que sirvió de torre de telecomunicaciones y ayudó al frente del ejército francés en la contienda.

No son las únicas curiosidades. ¿Sabías que en invierno se acorta unos cinco centímetros por efecto de las bajas temperaturas? ¿O que en 1889 acogió una imprenta del diario Le Figaro en su segunda planta?

La aplicación permite una hora de visita guiada, tomando como referencia 27 puntos clave del recorrido. Además, se acompaña de una galería de hasta 30 imágenes, que incluyen fotos históricas, las diferentes iluminaciones, los logros del edificio...

Por la noche, a cada hora en punto, los miles de turistas que acuden a París cada día tienen una cita con la torre Eiffel. Es en esos momentos en los que toda la estructura se ilumina con cientos de luces doradas y brillantes que le dan un aspecto mágico. Al mismo tiempo, muchos parisinos ajustan el reloj, otros corren hacia el Metro y algunos enamorados suspiran recordando su último paseo por los Campos de Marte cogidos de la mano. Historias con más de un siglo de cadencia que, gracias a la tecnología, se viven antes, durante y después de una visita.

Más información:
Torre Eiffel
App iTunes
App Android