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ELEGANCIA VITORIANA EN LA CAMPIÑA DE SOMERSET

El romántico Hotel Bath Priory

Alojarnos en este hotel es una magnifica excusa para visitar la monumental ciudad de Bath.

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Parece como si estuviéramos viendo la típica imagen de una postal de cuento, con un magnifico paisaje y una fachada que evoca otros tiempos. Nos traslada a la Inglaterra romántica de Jane Austen o Thomas Hardy, pero ante todo nos introduce en un ambiente en el que impera el sosiego.

El hotel Bath Priory, situado a las afueras de la ciudad, tiene un toque de distinción otorgado por su cuidado parque victoriano, unas románticas habitaciones, un reconfortante Garden Spa cuyas vistas al jardín mejoran cualquier tratamiento puntero. Además, cuenta con un afamado restaurante que ofrece curiosamente cocina francesa y mediterránea.

Construido en 1835 sobre los terrenos de la abadía, sus 27 habitaciones y 4 suites cuentan con una cuidada y personalizada decoración. Unos aposentos entre los que destacan las pintorescas “Lilac” y “Heather” gracias a que sus terrazas privadas dan justamente al parque.

Un ambiente acogedor en el que se pueden organizar reuniones de negocios, con campo de golf para los amantes de este deporte, en el que los niños son bien recibidos (incluso cuenta con un servicio de niñera) y además admiten perros.

Una elección perfecta para pasar un fin de semana tanto en primavera como en otoño y aprovechar para conocer la selecta Bath, una de las ciudades más bellas de Inglaterra, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987. Una urbe que destaca por su arquitectura georgiana en perfecto estado y que parece que resplandece gracias a la monumentalidad de sus edificaciones de color dorado, debido a las propiedades de la piedra utilizada, procedente de las minas de Combe Down y Bathampton Down. Construcciones cuyos iconos son The Circus, de impresionante dimensión y cuya silueta redondeada recuerda al sol y The Royal Crescent, que nos recordará la imagen de la luna creciente.

La ciudad destaca, también, por monumentos de otras épocas, como el templo romano dedicado a Minerva o edificios medievales que se conservan en perfecto estado como su magnífica Abadía del s.VII (a la que posteriormente se le añadieron otros estilos), y en la que la luz que penetra a través de sus vidrieras resalta todavía más, si cabe, sus espectaculares bóvedas de abanico en el techo.

Un rico pasado que también debe parte de su fama a las aguas termales ricas en minerales que la convirtieron en una famosa ciudad-balneario en el XVIII, aunque ya los romanos, expertos en el tema, habían descubierto sus excelentes cualidades terapéuticas cuando se las arrebataron a los celtas.

Pasear por sus callejuelas, dar una vuelta en barca por el río Avon y comer en su embarcadero victoriano, visitar sus curiosas tiendas, tomar el té en alguno de sus típicos salones... son todos planes que nos sumergen en su ambiente típicamente british.

Ciudad ideal para los amantes del romanticismo puro y duro, utilizada en multitud de ocasiones para la adaptación cinematográfica de las novelas de Jane Austin, una de sus residentes más famosas, que describió con maestría en sus obras el refinamiento que desprendió Bath desde finales del XVIII hasta mediados del XIX. Época en la que cualquier rico británico que se preciase tenía residencia en esta ciudad.

A escasos metros de su casa se encuentra el Centro Jane Austen situado en el número 40 de la calle Gay. Una mirada al mundo de la autora de “Orgullo y Prejuicio”, a través de la exposición de trajes, textos, grabaciones de películas sobre sus obras y para sus incondicionales, el lugar idóneo para adquirir una bolsa o una camiseta con el lema “I love Darcy”.

Más información:

Hotel Bath Priory

Bath

Centro Jane Austen

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