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AVENTURA Y BELLEZA EN EL ARCHIPIÉLAGO DE SVALBARD

El reino del oso polar

Seguir los pasos del carnívoro más grande de la Tierra y símbolo de la fauna ártica es impresionante en Svalbard, el archipiélago noruego a medio camino entre Europa y el Polo Norte. Organizar allí unas vacaciones de verano permite, además, vivir 24 horas con luz solar.

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Las islas Svalbard, en el Océano Ártico, a medio camino entre Noruega y el Polo Norte, es uno de los lugares más fascinantes y misteriosos, un entorno agreste y frágil en el que se dan la mano fauna única, naturaleza ártica y antiguos pueblos mineros. Unas islas remotas de gran belleza donde la vida es toda una aventura.

Además de unos miles de osos polares, en las islas hay casi 3.000 habitantes, que se concentran en su mayor parte en Longyearbyen, el pueblo más septentrional del mundo y centro administrativo, además de uno  de los mayores asentamientos del archipiélago. Un pequeño y colorido pueblo que se ha convertido en los últimos años en una población moderna gracias al turismo, que ha permitido que hoy cuente con hoteles, tiendas, bares y restaurantes excepcionales, por los que pasan cada año más de 60.000 visitantes en busca de nuevas experiencias.

Longyearbyen, situado en la isla más grande de las Svalbard, la isla de Spitsbergen, vive en condiciones difíciles en el desierto del Alto Ártico y está marcada por más de 100 años de explotación minera. El  turismo, la investigación y la minería son las actividades principales en un lugar donde es noche cerrada 4 meses al año, lo que se conoce como 'la noche polar', y de día las 24 horas en verano, algo que marca la vida diaria y la temporada. En el período de luz se vive al aire libre, mientras que en la estación oscura a menudo la gente se reúne en festivales, conciertos o eventos deportivos.

La vida a 78 grados de latitud norte es algo diferente a lo que conocemos, así que visitar Longyearbyen es toda una aventura, una forma de experimentar la vida cotidiana como algo extraordinario. El clima es duro e impredecible, y los osos polares no están muy lejos, por lo que no es sorprendente ver a sus habitantes armados. Aquí es una necesidad y por ley, cualquiera que se aventure fuera del pueblo, debe llevar un rifle, y saber cómo usarlo.

Los osos polares son criaturas impresionantes. Los carnívoros más grandes de La Tierra, y para muchos, el símbolo de la naturaleza ártica. En la zona de Svalbard la población de osos polares es de unos 3000 animales, y el tamaño de los osos varía de 200 a 800 kg. Los seres humanos son un elemento extraño en su hábitat. El oso polar es increíblemente fuerte e incluso los más jóvenes de menos de 100 kg pueden ser muy agresivos y peligrosos.

En Svalbard puedes ver osos polares durante todo el año pero hay que tener mucho cuidado y salir acompañado por un guía local. Las precauciones a la hora de iniciar actividades al aire libre son unas cuantas.  Hay que ser observador y moverse solo en áreas abiertas donde tengas visión en todas las direcciones. Retirarte si ves a uno cerca. Si vas a salir de expedición no acampes cerca de la costa, guarda los alimentos lejos de las tiendas de campaña y no cocines en el interior. Pon alambradas de seguridad alrededor del campamento y asegúrate de que tu arma se encuentra en buen estado.  Un rifle de caza mayor de potencia elevada es la mejor arma para la protección contra los osos polares.

Los osos polares por lo general no consideran a los humanos como un alimento, sino que son curiosos por naturaleza. Son animales protegidos desde 1973, y se considera un acto criminal su persecución.

Svalbard significa 'costas frías', sin embargo, en realidad, el archipiélago tiene un clima relativamente suave comparado con otras zonas de su misma latitud. En Longyearbyen las temperaturas medias oscilan entre los -14 °C  en invierno y los 6 °C en verano. Casi dos tercios del territorio está  protegido, en tres reservas naturales, seis parques nacionales, 15 santuarios de aves y una zona protegida especial de interés medioambiental. Un lugar único donde la naturaleza es sencillamente hermosa pero también impredecible y llena de sorpresas. El clima es duro y cambia rápidamente, y la amenaza del oso polar está siempre presente. Un viaje a este desierto ártico requiere una buena preparación, para minimizar el riesgo de sucesos graves y lesiones.

Lo mejor es ir organizado a través de alguno de los operadores de turismo de la zona, los más indicados para estimar las condiciones meteorológicas, el riesgo de avalanchas, las condiciones del hielo, de amenaza de oso polar, etc. También cuentan con equipos para más o menos todas las situaciones imaginables, incluyendo sistemas de comunicación en un lugar donde no hay teléfonos móviles. Si quieres vivir un viaje de aventura, las posibilidades en Svalbard son muchas.

Más información:
Longyearbyen. Svalbard

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