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Se dice que, San Pedro, después de la crucifixión de Jesucristo, fue a Roma con el fin de entregar el santo Evangelio. Fue crucificado a mediados del año 64 d.C., al revés a petición propia, y sus restos, fueron enterrados en el lugar de su muerte, después de haber sido marcado con una piedra roja. Años más tarde, se erigió un santuario en ese mismo lugar, donde fueron encontrados sus restos. Y más tarde, casi 300 años más tarde, se construyó la Basílica de San Pedro en su honor.

Gracias a las excavaciones bajo la basílica ha sido posible encontrar la necrópolis de San Pedro, que hoy se puede visitar. En las paredes estaba escrita la frase "Petros Eni", que significa "Pedro está aquí". Y así es como podemos hoy adéntranos en este mundo bajo tierra, el misterio, la magia y lo sorprendente del lugar impacta de verás a quien se sumerge en él. La energía se siente en este lugar sagrado, y bien creas o no, lo cierto es que es emocionante. Los restos óseos de un hombre de edad avanzada aparecieron envueltos en un manto de púrpura con hilo de oro, los restos del Apóstol San Pedro. Este es un viaje al pasado, a la historia del cristianismo.

La Necrópolis bajo la Basílica de San Pedro

En el lugar donde se encuentra la tumba de San Pedro solo se puede entrar de uno en uno. Sentirás la emoción, sin duda. Es el peso de la historia lo que prima. La visita termina en el lugar donde se encuentran las tumbas de los Papas.

La particular ubicación de la zona arqueológica y los reducidos espacios que circundan la venerada tumba del Apóstol San Pedro solo permiten la visita a un número limitado de personas al día. Las razones no son otras que su conservación, el cupo es de unos 250 visitantes al día. Así, para poder acceder a la Necrópolis bajo la Basílica de San Pedro hay que enviar una solicitud al Ufficio Scavi. La reserva se puede realizar por escrito mediante el envío de un mensaje a scavi@fsp.va, o por fax +39 06 69873017, o directamente en la Oficina de excavaciones que se encuentra en la entrada a la izquierda de la columnata de Bernini.

Al hacer la petición hay que indicar el número exacto de visitantes, dejando el contacto de la persona responsable del grupo, indicar el idioma de la visita, el período de los días en los que la Oficina de las Excavaciones puede fijar la visita, es decir indicar en qué días vas a estar en Roma para poder acercarte. Y una cosa más, no se permite la entrada a los menores de 15 años, y tampoco se recomienda a aquellas personas que padezcan de claustrofobia. El lugar es de techos bajos, pequeño y está mal ventilado. Aun así, merece la pena intentarlo, no todos los días uno puede visitar algo tan especial. Las visitas son guiadas y duran alrededor de 1 hora y media.

La Necrópolis bajo la Basílica de San Pedro

La oficina de las Excavaciones permanece abierta de lunes a sábado de 9 a 17 h. y cierra los domingos y los días que coinciden con Festividades del Vaticano.

Este es un lugar muy especial, así que recuerda que hay que presentarse por lo menos 10 minutos antes de la visita programada. Es obligatorio llevar ropa adecuada, entramos en un lugar sagrado. Pantalones largos para los hombres y pantalones o faldas hasta las rodillas  para las mujeres. Y ambos con los hombros cubiertos. La Guardia Suiza solicita la confirmación de la recepción de la visita o la comunicación de la Oficina en el momento de tu llegada.

Las excavaciones del Vaticano no son muy conocidas pero merece la pena visitarlas. Imprescindible más bien. Esta es una cita con la historia que no te puedes perder.

Más información:
Ufficio Scavi

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