Europa
Montenegro, la joya oculta del Adriático
Playas de ensueño y mucha marcha en la costa montenegrina
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Montenegro es una de las joyas ocultas del Adriático. Una tierra de montañas escarpadas cubiertas de nieve, bosques centenarios y lagos de aguas cristalinas. Donde los antiguos monasterios se aferran a los acantilados rocosos y donde imponentes iglesias de piedra hablan de siglos pasados. Por la mañana te puede despertar a lo largo de la hermosa costa del Adriático, comer a orillas del Lago Skadar, uno de los más bellos de europa y disfrutar de un paseo por la noche en mágicas montañas, La capital y también la ciudad más grande es Podgorica, mientras que Cetinje es la antigua capital real y antigua sede de la monarquía. Lugares como el Monasterio de Ostrog, situado en el valle de Sveti Stefan, construido en el siglo XVII, entre las rocas, visitado cada año por más de cien mil peregrinos. Uno de los enclaves naturales más bellos del país. El Parque Nacional Durmitor, por el que pasan los ríos Tara, Susica y Draga. Sorprenden sus lagos, sus bosques y su exuberante naturaleza. O el Parque Nacional Lovćen que desciende sobre el lago Skadar. Y en el sur, kilómetros de playas y una isla Ada Bojana, en el delta del río Bojana, antiguo refugio de corsarios y piratas. Con 293 kilómetros de costa, con senderos de piedra, seis ciudades con historia, jardines botánicos con plantas traídas por los marineros de diferentes partes del mundo y fiestas durante todo el año, este país situado en la Peníndula Balcánica te sorprenderá. Las playas de Montenegro son famosas por su belleza, por ser diferentes, y por sus efectos curativos. En verano hay eventos culturales, musicales y de cine en todos los rincones del país. Y lo mejor de todo, una exquisita gastronomía, una vida nocturna que nada tiene que envidiar a la española, paisajes únicos, playas de ensueño y precios aptos para todos los bolsillos. Un rincón perfecto, para unas vacaciones de verano diferentes en pareja o con amigos.
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