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Europa

Isla de la Asinara, una cárcel de seguridad reconvertida en Parque Nacional

Maravillosas playas en Cerdeña

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Paisajes asombrosos de aguas cristalinas, arena blanca y un mar azul turquesa. Una isla con una historia singular, conocida como la Isla del Diablo. Una historia sórdida, centro sanitario de cuarentena, campo de prisiones durante la Primera Guerra Mundial y una de las más importantes cárceles italianas durante años. Historias de sufrimiento, pena y dolor, historias macabras entre los muros de la prisión, que han dado paso a un Parque Nacional desde 1997. Tantos avatares que han dado como resultado la preservación de los parajes naturales más vírgenes e impresionantes del Mediterráneo. Una isla que hoy se puede disfrutar: playas extraordinarias, fauna autáctona y especies en peligro de extinción que aquí han encontrado un refugio, como el Asno Albino de la Asinara. Frente a Porto Torres y Stintino, la Isla de Asinara, con sus 52 kilómetros cuadrados, es la tercera isla más grande de Cerdeña después de Sant’Antioco y San Pietro. Se puede ir a Asinara a pasar el día o para pasar la noche en el único alojamiento de la isla, el hostal Cala d’Oliva, situado en un antiguo cuartel. Asinara es el lugar ideal para practicar piragüismo, navegar a vela o a motor, pescar o bucear, pero solo en los puntos establecidos y acompañado por un monitor. Son varios los  centros de buceo autorizados.  Un lugar  único para los que aman el senderismo, o montar a caballo. La isla esconde caminos ubicados en la naturaleza intacta. Y la mejor playa de la Asinara, y una de las diez mejores playas de Cerdeña, es Cala d’Arena, en el noreste. Son en realidad dos playas de arena fina bañadas por un mar de aguas cristalinas, auténticas piscinas naturales, escoltadas por tres torres españolas del siglo XVII. El acceso regulado por el Parque Nacional, la convierte en un lugar paradisíaco, alejado de las aglomeraciones, un pequeño paraíso.

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