Hiram Bingham. Un tren de altura

Atravesando el Valle Sagrado, entre un paisaje de cultivos tradicionales andinos salpicado de pequeñas aldeas, y recorriendo la garganta del río Urubamba, el Hiram Bingham nos lleva hasta su destino en Aguascalientes, la puerta de entrada de Machu Picchu. Es una de las experiencias más lujosas sobre ferrocarril que toma su nombre en honor del explorador y arqueólogo norteamericano que descubrió esta ciudad sagrada para el mundo occidental. Sigue casi con exactitud el camino transitado por Hiram Bingham en 1911 donde, el 23 de julio, avistó las ruinas de la ciudad sagrada, el secreto mejor guardado de los incas. Llama la atención su elegante carrocería azulada y dorada al estilo de los Pullman de comienzos del XIX y un interior cálido y acogedor decorado en madera y latón. Puede acoger a 84 pasajeros y consta de cuatro vagones: el de cocina y tres designados a pasajeros (dos elegantes restaurantes y el bar) junto a un servicio exclusivo pendiente en todo momento de que nuestro viaje sea de lo más agradable y el entretenimiento esté asegurado. Tras recibirnos en el andén con un cóctel y una vez que hemos tomado posesión de nuestra mesa en el restaurante, el tren inicia su marcha. Hay mucho tiempo por delante que aprovechar, desde charlar tranquilamente con los pasajeros, tomar fotografías desde el mirador del vagón de cola que ofrece una vista panorámica o responder a los campesinos que nos saludan al paso del tren . En el bar, ante unos aperitivos y el tradicional pisco sour no queda más remedio que acompañar con nuestros cantos a la banda que toca música andina en vivo, en ese campo llevamos ventaja los españoles que nos conocemos la letra de casi todas las canciones mientras los extranjeros hacen lo que pueden. Ya en el comedor podemos disfrutar de un almuerzo en el trayecto de ida o la cena en el de vuelta, basado en un menú de gastronomía andina acompañado de excelentes vinos. Este exclusivo tren incluye todos los servicios con el billete, y además tenemos asegurada una experiencia inolvidable.