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MILLONES DE CASCOS A LA BASURA

La idea más irracional de Apple: adelgazar el iPhone recortando la toma de los auriculares

Una patente acaba de revelar una de las estrategias que baraja la firma de la manzana mordida para hacer que su próximo iPhone sea aún más delgado que sus predecesores: cambiar la forma del viejo 'jack' de los auriculares para reducir algunos milímetros su grosor.

Auriculares para el nuevo iPhone

Auriculares para el nuevo iPhone Simon Doggett en Flickr CC

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Cuando Apple presentó el iPhone 6, entre el maremágnum habitual de alabanzas se alzó una voz crítica de la que incluso los 'fanboys' se hicieron eco: al buque insignia de la manzana mordida le había salido un bulto extraño en la espalda.

Tenía que hacérselo mirar. O la cámara ocupaba demasiado (y no podía ocupar menos) o el dispositivo se pasaba de fino (más bien), pero esa protuberancia resultaba inadmisible en un dispositivo con el visto bueno de Sir Jony Ive. Con cierta retranca, hubo quien trató de solventar el desafortunado error de bulto:

Bromas aparte, los 'smartphone' de Apple son cada día más delgados. De los 11,6 milímetros del original a los 6,9 del iPhone 6 (el récord a la baja) o los 7,1 del flamante iPhone 6S, que sigue presentando aquel controvertido saliente.

Como es lógico, un 'smartphone' solo puede ser tan fino como lo sea su componente más grueso. Las cámaras pronto dejarán de dar problemas, pues su tecnología avanza hacia la miniaturización. Sin embargo, hay otro elemento que podría complicar el adelgazamiento del próximo modelo: el dichoso conector de los auriculares.

A través de una patente, acabamos de conocer una de las cartas que podría jugar la firma de la manzana mordida para reducir el grosor del iPhone 7: cambiar la forma del viejo 'jack' de los auriculares para ganar unos valiosos milímetros.

A la izquierda, el nuevo 'jack' con forma de D. Si Apple decidiera utilizarlo, funcionaría de la misma forma que el actual conector de 3.5mm (conocido así por su diámetro), con una sola diferencia: la toma a la que se conecta sería más estrecha y el smartphone podría ser más fino... si solventaran el asunto de la cámara.

Una idea aparentemente anodina que, sin embargo, podría traer cola: de golpe y porrazo, los cascos que millones de usuarios tienen en sus casas dejarían de servir para el iPhone. Sencillamente, sus 'jacks' no cabrían por el agujero. Dinero tirado a la basura. ¿Merece la pena tanto lío, Apple?

Lo cierto es que la firma podría conseguir el mismo efecto renunciando al 'jack' y decantándose por la conexión Lightning -ya hay cascos de este tipo-, pero entonces surgiría otro problema: los teléfonos no podrían cargarse mientras los auriculares estuvieran enchufados.

¿Veremos pues un segundo puerto Lightning (reversible y delgado) antes que este conector con forma de D? Lo sabremos, tal vez, cuando llegue el próximo iPhone. Desde luego, si Apple sigue con la 'operación bikini', el conector de 3.5mm tiene los días contados.

Si no, quizá, este gráfico de evolución de los iPhone se queda aquí

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