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ANDROID, PANTALLA CURVA Y TECLADO FÍSICO RETRÁCTIL

Dos semanas con la BlackBerry Priv, el teléfono más sorprendente del mercado

BlackBerry quema el que quizá sea su último cartucho con un terminal sorprendente: un móvil con Android, teclado físico retráctil y características propias de un gama alta.

BlackBerry Priv

Blackberry BlackBerry Priv

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Al repasar la lista de los mejores terminales del mercado salta a la vista una cosa: todos son clónicos en diseño respecto a sus versiones anteriores. El iPhone 6S es igual que el iPhone 6, el HTC 10 es igual que el HTC 9 (y que el 8) y hasta el Samsung S7 Edge -el único un poco llamativo por su pantalla curva- es del estilo del Samsung S6.

De todo el listado sólo se salva, quizá, el Huawei P9, que no es igual que sus predecesores... pero que no deja de parecerse un montón a cualquier móvil de los que se hacen ahora: gran pantalla, botón abajo, bordes finos y poco más. Ahí, al menos, tienen como diferencial la cámara de Leica.

Porque sí, cada año los terminales mejoran a sus predecesores, pero en diseño parecen copias retocadas de lo hecho hasta ahora. Para encontrar un terminal que ofrezca algo realmente diferente hay que bajar hasta la gama media y echar un ojo al LG G5, el primer móvil modular (¿qué será del Project Ara de Google?), que ofrece una parte intercambiable para más opciones a modo de cartucho -cámara, batería...—

Entonces, ¿nada innovador en el segmento de la gama alta? Sí, la BlackBerry Priv.

Lo primero que sorprende es que BlackBerry esté en la gama alta. Bueno, incluso que sorprenda. Es más, por sorprender, sorprende hasta que BlackBerry esté. Porque sí, parece que la compañía canadiense que se hizo un hueco creando móviles para ejecutivos que usaban los adolescentes, está condenada al abismo.

Y quizá por eso se han arriesgado a un experimento un tanto loco: un terminal con enorme pantalla táctil y curva que corre sobre Android y que no hace ascos a mantener su enseña particular: un teclado físico. Todo ello compitiendo de tú a tú con los más potentes del mercado, en los que casi iguala en todo -y a veces, incluso, los supera-

Pantalla y cámara

El problema es que todo eso junto suma de forma difícil, y eso es lo que seduce del diseño: el terminal en sí es tan fino que se permite el meter el teclado escondido por deslizamiento debajo de la pantalla. Y no es una mala pantalla: 5.4 pulgadas (por 5.2 del HTC 10 y 5.5 de S7 Edge) con densidad de 540 ppi (por 565 del HTC 10 y 534 del S7 Edge).

Con todo, el agarre es bueno (es fino y con pantalla curvada, y eso ayuda), y aun con teclado desplegado es cómodo (ahí sí, con dos manos). Y sí, es ligero

La cámara tampoco está nada mal: 18 megapíxeles (por los 12 de los otros dos Android de gama alta citados) con doble flash y una potente óptica Schneider-Kreuznach que permite grabar en slow-motion (y 4K) en su opción de vídeo.

Un vídeo publicado por Borja Ventura (@borjaventura) el 8 de May de 2016 a la(s) 1:24 PDT

Por sacar algunas pegas al equipo que monta: el enfoque es en ocasiones lento, los competidores no andan descalzos (presentan aperturas de ƒ/1,8 para el HTC 10 y de ƒ/1,7 para el S7 Edge) y BlackBerry ha flojeado en la cámara frontal, que cuenta con sólo 2 megapíxeles (por los 5 de los otros). Si eres de esos que tienen cuentas de Instagram en las que sólo aparece su cara igual esto te supone un problema (si no, pues tampoco es demasiado importante)

Las 'tripas': batería y procesador

En lo que atañe más directamente al hardware del terminal, monta Adreno 418, Dual-core 1.8 GHz Cortex-A57, quad-core 1.44 GHz Cortex-A53, Qualcomm MSM8992 Snapdragon 808 ¿Te has quedado igual? Por comparar, sale algo peor parado que los rivales en versión pero no en potencia (Adreno 530, Dual-core 1.6).

Sale de fábrica con 3 Gb de RAM, por los 4 Gb de sus competidores, y con 32 Gb de almacenamiento (los otros cuentan con esa versión de base y con la de 64 Gb como opcional), ampliable todo ello mediante tarjeta SD. Por lo demás, lo 'estándar' a día de hoy en la gama alta: NFC, 4G, Bluetooth 4.1...

La batería de nuevo se cuela entre las grandes, con nada menos que 3410 mAh (por los 3000 del HTC 10 y los 3600 del S7).

A pesar de su enorme capacidad sí es cierto que se consume más rápido de lo que cabría esperar (mi anterior terminal, un HTC One M8 aguantaba más o menos igual con mucha menor capacidad), lo cual sirve para enlazar con uno de sus 'peros' más importantes... y que lo dejará de ser pronto.

La cuestión es que una de las pocas cosas que frenan a su adquisición es que la versión de Android que viene preinstalada es la 5.1, justo cuando todos los medianos y grandes de Android corren con la versión 6 en sus venas. Una de las grandes mejoras que traía 'Marshmallow', que así se apoda la versión vigente del sistema operativo de Google, es una mejora integral de la vida de la batería.

Así que cabría pensar que cuando BlackBerry actualice a Android 6, con una batería de 3410 mAH la experiencia mejore sustancialmente. Ahora bien, ¿va a actualizar? Sí, de hecho, ya lo ha hecho -hace una semana-: ahora sólo falta que llegue a las compañías, algo que no debería tardar más de una o dos semanas más.

¿Por qué ha tardado tanto BlackBerry en actualizar a Android 6? Esto, de nuevo, nos sirve para enlazar con lo siguiente (y es algo bueno)

Lo que le hace especial

El hecho de que una actualización en el sistema operativo de Google no llegue inmediatamente a todos los Android tiene que ver con la capa de personalización que cada fabricante le añade. Esto, en el caso de la mayoría de ellas, es algo malo -apps que no usamos, diseños feos...-, pero en el caso de BlackBerry trae algo bueno: configuraciones extra de seguridad.

Porque la BlackBerry Priv se llama así por una razón: integra características extra enfocadas a la seguridad y privacidad, como DTEK, una app preinstalada que escanea el nivel de protección del dispositivo y llama la atención sobre las apps que piden permisos abusivos, permitiendo revertirlos de forma individual.

La actualización a Android 6 en la BlackBerry Priv, además de la mejor gestión de la batería, la escritura deslizante y mejoras en la cámara, trae aún más mejoras en la protección de la privacidad del usuario.

Junto a eso, cosas tan interesantes como el desarrollo de las apps propias del ecosistema de BlackBerry, como Hub, que conecta y centraliza las notificaciones y alertas de redes sociales y mail en un solo sitio (aunque el diseño es algo mejorable). Lo explica la compañía en un vídeo (para el que, por cierto, podía haber elegido a alguien menos sieso)

Pero sí, lo más especial del terminal es el teclado físico. Y, oh sorpresa, no sólo es un teclado físico: hace las veces de trackpad, así que sirve para hacer scroll, para deslizar menús o para incorporar de forma rápida palabras a un texto usando el potente modo predictivo.

Junto a esto, Blackberry ha cuidado algunos detalles interesantes, mejorando la experiencia de Android nativa. En el menú de la barra de notificaciones añade un menú a un toque para cada opción (por ejemplo, sirve para ver cuántos datos de la tarifa móvil se han consumido directamente). O, por poner otro ejemplo, se pueden configurar tres accesos directos al botón de inicio.

Una de las mejoras más simples es lo de los widgets emergentes: cuando una app lleva widgets con ella no hace falta ponerlos en el escritorio para verlos, sino que basta con deslizar el dedo en el icono de la app en cuestión. Así, por ejemplo, puedes ver tu agenda o abrir la calculadora de forma flotante, ahorrando batería y espacio en las pantallas.

En los detalles también se han lucido: el indicador de carga de la batería es una preciosidad (una barra horizontal de color, con porcentaje y mensajes indicativos de cuánto tiempo de carga queda), un botón de 'mute' junto a las teclas de volumen, posibilidad de configurar qué app abrir al conectar los auriculares o un menú de notificaciones en blanco y negro cuando el móvil está suspendido.

El diseño en general es impresionante: no es un terminal de elegante aluminio, eso es cierto, pero el tamaño y la curvatura de la pantalla hace que todo el frontal y laterales sean cristal, quedando la resina rugosa (la cámara sobresale, va en metal al menos) para detrás.

Es, en general, un muy buen trabajo juntando lo mejor de BlackBerry y las posibilidades de Android. Quedan cosas por mejorar, como que las apps de la pestaña de productividad fueran editables (muestra agenda, mensajes y demás, pero sólo de apps nativas de BlackBerry), que el botón de 'mute' fuera configurable o que el bloqueo no haga cosas raras a veces.

Si buscas un terminal sorprendente y bien trabajado, esta es la tuya. Lo peor, eso sí, lo hemos dejado para el final: el precio sube de los 700 euros libre (729 en la tienda online de la compañía). Quizá demasiado.

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