Cuál es el peor país para ser autónomo (y jefe de una start-up)

El libro 'Autónomos, la guía definitiva' (Blackie Books, 2014) nos recuerda que no existe ningún estudio que determine cuál es el mejor o peor país para darse de alta como autónomo dentro de las fronteras de la Unión Europea. Sin embargo, un viaje por la burocracia, país a país, lo deja todo muy clarito.

FRANCIA

Quizás sea EL PAÍS, así en mayúsculas para los emprendedores, según detalla la mencionada guía. El autónomo no paga impuestos el primer año: ni cuotas, ni IVA ni demás costes. No se paga nada, absolutamente nada. Es desde el segundo año cuando regulariza todo: se aplica un porcentaje sobre lo facturado en el ejercicio anterior y se abona al Estado como impuesto. Las cuotas son por porcentajes fijos por la actividad o profesión, y su pago cubre sanidad, pensiones y accidente.

REINO UNIDO

Quien decida emprender en el Reino Unido paga una cuota mínima de autónomo de entre 12 y 58 euros, según diferentes niveles de ingresos. El alta no es en ninguna ventanilla-vuelva-usted-mañana, sino por internet: clic, clic, y listo. No se abonan declaraciones trimestrales de IVA, salvo que el autónomo o su empresa facture más de… 90.000 euros.

HOLANDA

Aquí un autónomo logra su status con una simple firma en la Cámara de Comercio. Una vez que salga por esa puerta, ya puede buscar clientes. ¿Costes? Se pagan solo 50 euros al año. Eso sí, debe abonar un seguro médico de unos 100 euros u otras coberturas sociales complementarias adicionales.

ALEMANIA

En ese país, el susodicho seguro médico también es un gasto, aunque si el autónomo no gana 1.700 euros netos al mes está exento de la cuota mensual de 140 euros. “Es decir, en Alemania se puede ganar unos 20.000 euros mensuales y el coste solo serían los 150 euros de seguro médico.

“No existen estudios oficiales que comparen la situación, por países, de los autónomos en Europa. También es cierto que, si algún día se hiciera algo semejante, España saldría bastante mal parada”, explican los autores del libro.

Además de este capítulo titulado 'Los autónomos por Europa', esta guía didáctica nos adentra con mordacidad e irreverencia en los pasos, trámites, pagos y dificultades que un emprendedor español deberá acometer para darse de alta en el RETA.

'El paro y la madres que los parió', 'Dios mío una factura' o 'La ley, esa señora de negro' son algunos de los títulos de sus capítulos. Sin embargo, es quizás el recorrido por esta Europa sin fronteras la que deja al lector con un frase en la punta de la lengua.

Porque, ¿cuál es el peor país para ser autónomo y jefe de una start-up una vez que viajas por esa otra Europa? Las comparaciones, siempre, suelen ser odiosas.