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PRECAUCIÓN, AMIGO ROBOT

Tres situaciones en las que el coche autónomo de Google se negará a conducir por ti

Si pensabas que lo de tener un coche autónomo de Google iba a ser darle a un botón y echarte a dormir... no tan deprisa. En ciertos contextos, el coche no te hará el trabajo sucio.

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Desde que el coche autónomo de Google apareciese en escena, todo han sido curiosidades, expectativas... y sí, también dudas.

Porque sí, todos aceptamos que un coche autónomo sería lo más cercano a la perfección automovilística a la hora de conducir, pero claro, no olvidemos que, por muy bien que lo haga el coche autónomo, al final tendrá que compartir trayectos con el 99,9% de coches restantes que, al estar manejados por personas, serán más sensibles al fallo humano.

En cualquier caso, todos hemos soñado con tener algo así, ¿no? Una especie de ultramáquina que se encarga de conducir por ti mientras tú te tocas las narices sentado en el coche como un auténtico señorón.

Pero ojo, que no todo es tan bonito. Si te crees que el coche autónomo se ha creado para salvarte a ti de todos los marrones, estás muy equivocado. Así lo demuestra una patente de Google, en la que la compañía revela algunas situaciones en las que su coche se negará a conducir bajo el modo automático. Son las siguientes:

Estado de la carretera y clima

Si piensas que el coche autónomo de Google es una especie de superhéroe que será capaz de transportarte por cualquier tipo de sitio, te equivocas gravísimamente. No, el coche no te va a servir para cruzarte de brazos mientras le haces conducir por esos caminos por los que nadie se atreve a pasar.

Así, el coche analizará el estado de la carretera, camino o vía por la que pretendas ir. En caso de que detecte que la infraestructura se encuentra en muy mal estado, no conducirá. Si quieres pasar por ahí, tendrás que conducir tú solo.

Algo parecido pasará con las condiciones climatológicas: nieve, temporales, tormentas... Si se da una situación de este tipo, tenemos dos cosas que decirte: por un lado, que el coche no conducirá bajo el modo automático; por otro, que, evidentemente, tú tampoco deberías hacerlo, ni siquiera por tu propia cuenta y riesgo.

Situación de riesgo

Si tu coche detecta que ambos os encontráis en una situación de riesgo, lo sentimos, pero tampoco tomará las riendas de la conducción.

Pero, ¿a qué nos referimos exactamente con “situación de riesgo”? En realidad, a varias cosas: exceso de velocidad, que la distancia con el resto de coches no sea la adecuada, que estés atravesando una curva, que el coche piense que puede haber cualquier riesgo de choque inminente...

En todos estos casos, por tanto, el coche se negará a conducir y la responsabilidad de todo lo que ocurra seguirá siendo única y exclusivamente tuya.

Estado del vehículo

Para el coche de Google también será muy importante estar convencido de que estás tratándolo como toca y que todo funciona correctamente. Por eso, un mal estado del vehículo le impedirá conducir en modo automático.

El mal estado se puede producir en dos direcciones: en primer lugar, si el coche detecta que tiene una avería, si no has cambiado las pastillas de los frenos en caso de que sea necesario, si la dirección va mal...

En segundo lugar, si todo lo visible del coche no funciona como es debido. Es decir, si los ocupantes no llevan el cinturón puesto, si alguna puerta no ha sido cerrada debidamente...

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