¿ESTÁS EN ELLA?
Esta es la década más crítica para tu salud, según los expertos
Aunque aún te sientas joven, tu cuerpo ya empieza a mostrar señales de desgaste.

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Comer mucho y mal, beber, salir de fiesta, dormir poco... ¿Sabías que realmente existe una edad a partir de la cual el cuerpo empieza a "pasar factura"? Te contamos los detalles.
Un nuevo estudio ha determinado que la década entre los 36 y los 46 años es un punto de inflexión en la salud. No solo se acumulan los efectos del tabaquismo, el alcohol y el sedentarismo, sino que también surgen los primeros indicios de enfermedades crónicas y deterioro físico y mental. En otras palabras: lo que hagas ahora puede determinar cómo vivirás las próximas décadas.
La investigación, publicada en Annals of Medicine, asegura que cuando una persona llega a los 30, cada década adicional de comportamiento riesgoso empeora su salud hasta los 50 años y más.
Las personas que fumaron, bebieron y fueron físicamente inactivas durante sus 20 años vieron pocos efectos negativos en ese entonces, pero esos comportamientos los alcanzaron, causándoles una peor salud mental, una peor salud autoevaluada y el doble de riesgos metabólicos, como presión arterial alta, obesidad o diabetes, cuando llegaron a los 30 años.

Los expertos siguieron a personas nacidas en 1959 durante más de 60 años, midiendo presión arterial, glucosa, colesterol, circunferencia de cintura y salud mental a diferentes edades. El hallazgo clave: los riesgos a partir de los 36 aumentan de forma significativa si se mantienen hábitos poco saludables.
Descubrieron que después de los 35, el cuerpo pierde capacidad para metabolizar el alcohol, y las tasas de cáncer por tabaquismo comienzan a aumentar, sobre todo en personas que fuman desde jóvenes.
Las mujeres también comienzan a acercarse a la menopausia, con alteraciones en los niveles de estrógeno y progesterona. Ellos ven un descenso progresivo en la testosterona, que puede afectar energía y masa muscular.
Además, enfermedades crónicas como cáncer,hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hígado graso y deterioro cognitivo comienzan a gestarse silenciosamente.
Sin embargo, no está todo perdido. Adoptar nuevos hábitos como no fumar, no beber, dormir bien, hacer ejercicio y alimentarse bien pueden marcar una gran diferencia.
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