EL SONIDO IMPORTA

La ciencia explica por qué nos gustan tanto los alimentos crujientes

Por muy extraño que parezca, el sonido también importa a la hora de comer, por lo que según el cerebro todos los productos crujientes son satisfactorios para las personas. A continuación, te explicamos el porqué.

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¿A quién no le gusta comer? Seguro que cada vez que piensas en un plato en concreto siempre te viene a la mente su olor, sabor y textura. Algunos alimentos resultan más apetecibles que otros, como es el caso de los alimentos crujientes. Patatas fritas, rollitos de primavera, pollo empanado y pan recién hecho son algunos de los platos crujientes y sabrosos. El crujido de la comida hace que tenga más probabilidades de gustarte. Te contamos por qué es tan atractivo.

El motivo no es la textura en sí. Aunque parezca increíble, el sonido es fundamental para que te guste un alimento y quieras ingerirlo. Por lo que el sonido que produce cuando masticas comida crujiente genera satisfacción y ganas de seguir comiendo. Esta sensación auditiva es muy importante para el ser humano y se conoce como "música de la masticación".

Curiosamente, el sonido crujiente ofrece información sobre el estado de la comida. Por lo que el cerebro inmediatamente relaciona ese crujido con que el alimento que estás ingiriendo es saludable, como comer frutas y verduras. Sin embargo, no todo lo crujiente es saludable, ya que muchos alimentos procesados, con esta característica, tienen alto contenido en grasa, son irresistibles y no aportan nutrientes.

Patatas fritas de bolsa
Patatas fritas de bolsa | Esperanza Doronila para Unsplash

Para saber si una manzana está en buen estado debes morderla y esta tiene que crujir. Sin embargo, si esto no ocurre entonces está reblandecida y pasada, por lo que es probable que esté demasiado madura e incluso podrida. Y lo más probable es que sientas repulsión y la tires a la basura.

Otro aspecto que influye a la hora de sentir atracción por alimentos crujientes es el envase de plástico, en el que se encuentra la comida, como es el caso de la bolsa de patatas. Además, en muchas ocasiones, estos alimentos resultan más apetecibles en momentos de estrés, porque la textura y el sonido producen serotonina.

Aunque los alimentos crujientes gustan demasiado, para una buena digestión debes masticarlos durante más tiempo. Además, esto hace que el sabor sea más duradero en la boca y te guste demasiado.

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